Papa Francisco entra en la disputa sobre oleoducto en Dakota
El papa interviene en la disputa sobre el polémico oleoducto en Dakota, al que se oponen tribus indígenas de la zona
El papa Francisco insistió el miércoles en que los pueblos indígenas deben dar su consentimiento antes de cualquier actividad económica en sus tierras ancestrales, una posición contraria a la del gobierno del presidente Donald Trump, que impulsa la construcción de un oleoducto valorado en 3.800 millones de dólares pese a la oposición de tribus nativas estadounidenses.
Francisco se reunió el miércoles con representantes de pueblos indígenas que asisten a una cumbre agrícola en Roma. El principal problema que afrontan, señaló, es conciliar el derecho al desarrollo con la protección de sus culturas y territorios.
"En este sentido, el derecho al consentimiento previo e informado siempre debe prevalecer", afirmó. "Sólo entonces es posible garantizar una cooperación pacífica entre autoridades de gobierno y pueblos indígenas, superando la confrontación y el conflicto".
Las tribus sioux de Standing Rock y del Río Cheyenne han presentado demandas para detener el proyecto Dakota Access, que llevaría crudo a través de cuatro estados desde los ricos yacimientos de Bakken, en Dakota del Norte, hasta un punto de embarque en Illinois.
Las tribus afirman que el oleoducto que construye la compañía de Texas Energy Transfer Partners supone un peligro para su agua potable, lugares de interés cultural y la capacidad de practicar su religión, que depende del agua limpia. El último tramo del ducto que queda por construir pasaría bajo un embalse en el río Missouri, que marca la frontera este de las reservas de ambas tribus.
La empresa ha asegurado que el suministro de agua estará a salvo.
Francisco no nombró al oleoducto de Dakota, y la oficina de prensa vaticana dijo que no se refería directamente a éste. Pero Francisco, el primer papa latinoamericano de la historia, ha sido un firme defensor de los derechos indígenas y ha hablado a menudo sobre la resistencia de los pueblos nativos al desarrollo económico que amenaza sus tierras.
"Para los gobiernos, esto significa reconocer que las comunidades indígenas son una parte de la población a la que se debe respetar y consultar, y cuya plena participación en el nivel local y nacional se debe promover", dijo el pontífice a los líderes indígenas.
En los últimos días del gobierno del entonces presidente Barack Obama, las autoridades federales con autoridad sobre el embalse dijeron que no autorizarían el oleoducto hasta que se hiciera un estudio medioambiental. El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que había indicado desde hacía tiempo su apoyo al proyecto, dio instrucciones el mes pasado al cuerpo de ingenieros del ejército para que procediera con las obras.
En los días finales de la presidencia de Obama, en medio de protestas en torno al oleoducto que derivaron en el arresto de unas 700 personas, las agencias federales con autoridad sobre el agua dijeron que no permitirían la instalación del ducto hasta tanto se realizara un estudio ambiental.
Pero el actual presidente Donald Trump dio órdenes el mes pasado a para que iniciaran los trabajos.