Protestan contra el turismo desbocado en Barcelona
Protestan contra el turismo desbocado en Barcelona
Numerosas personas protestaron el sábado en Barcelona contra lo que consideran un auge desbocado del turismo que ha devenido en el deterioro de su capacidad para vivir y trabajar en esta ciudad del noreste de España.
La gran actividad turística ha propiciado un encarecimiento de los alquileres y de las propiedades, lo que ha causado el desplazamiento de muchos de los 1,6 millones de habitantes del centro de la ciudad porque no tienen los recursos para vivir en la zona.
Los manifestantes portaron una enorme pancarta que decía "Barcelona no está a la venta", emprendieron una marcha y leyeron un manifiesto en el que censuraron el auge del turismo que se ha apoderado de la ciudad. La policía informó que participaron unas 1.000 personas en Las Ramblas, mientras que los organizadores calcularon unos 2.000 manifestantes.
"Esta marcha busca retratar que hemos perdido nuestra ciudad y confiamos en recuperarla. Los precios del alquiler y la propiedad se han elevado a los niveles de 2008, antes de la crisis económica, y los residentes ya no pueden hacerles frente", dijo Camilo Ramos, de 63 años, representante de la Asociación de Vecinos de Barcelona.
A pesar de la fuerte oposición de propietarios de hoteles y negocios, el Consejo de la Ciudad aceptó el viernes reducir el número de habitaciones para los turistas en la ciudad.
Muchos manifestantes consideraron que la medida no abarcó sus expectativas.
"Era una medida necesaria, pero continúa siendo insuficiente. Necesitamos reducir el número de hoteles y aumentar los espacios públicos para los habitantes", dijo la profesora de secundaria Anna Moreno, de 59 años.
La francesa Asha Nen, de 35 años, observó la protesta a distancia. "Estamos disfrutando nuestra permanencia, aunque es verdad que la ciudad está bastante llena. Algunos habitantes parecen estar cansados de nosotros, los turistas", señaló la visitante, que es auxiliar de ingeniería.