Trump se reúne con la primera ministra británica Theresa May

El presidente Donald Trump prometió el viernes un "largo apoyo" a la histórica "relación especial" entre Estados Unidos y Gran Bretaña, después de entrevistarse personalmente con la primera ministra británica, Theresa May, líder de un país aliado que busca llevar al mandatario populista hacia una política más convencional.

May, quien afirmó que el encuentro le dio a ambos la oportunidad de crear una relación, anunció que Trump aceptó una invitación de la reina Isabel II para realizar este año una visita de Estado junto con la primera dama Melania Trump.

Trump buscó exhibir congeniar con Charm, al resaltar durante su primera conferencia de prensa como presidente: "por cierto, mi mamá nació en Escocia".

"Me honra tener a la primera ministra aquí para la primera visita oficial de un mandatario extranjero", afirmó Trump junto a May en el estrado del Ala Este de la Casa Blanca. "Esta es nuestra primera visita, así que es un gran honor".

Añadió que Estados Unidos y el Reino Unido tienen "uno de los grandes vínculos".

"Prometemos nuestro largo apoyo a esta relación especial", dijo Trump durante sus declaraciones iniciales. "Juntos, Estados Unidos y el Reino Unido, son un faro para la prosperidad y el ejercicio de la ley".

May agradeció a Trump la invitación al poco tiempo de su investidura del viernes pasado e informó que el encuentro fue un indicio de la fortaleza e importancia de mantener buenas relaciones entre los aliados transatlánticos. Agregó: "hubo mucho en lo que estuvimos de acuerdo".

"Creo que las pláticas de hoy son un momento importante para que el presidente Trump y yo formemos nuestra relación", expresó May.

El encuentro de ambos líderes se presentó un día después de que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, canceló su viaje a Washington previsto para la próxima semana, a causa de la disputa sobre qué país pagará por la ampliación del muro que propuso Trump en la frontera entre ambas naciones.

El portavoz de Trump afirmó que el mandatario buscaría imponer un arancel de 20% a las importaciones procedentes de México para pagar el muro y posteriormente aclaró que dicho gravamen sería tan solo una de las opciones.

La reunión de líderes fue bien recibida por el gobierno británico, como una señal de que la "relación especial" transatlántica es valorada por el nuevo gobierno.