Trump pide revisar métodos de interrogación de presos
Trump pide revisar métodos de interrogación de presos
El presidente Donald Trump pedirá revisar los métodos de interrogación usados contra sospechosos de terrorismo, y la posibilidad de reabrir las cárceles clandestinas que operaba la CIA en el exterior, según el borrador de una orden ejecutiva obtenido por The Associated Press.
La orden además anularía el compromiso del gobierno anterior de cerrar el centro de detención en la base de Guantánamo, Cuba.
El documento instruye a los asesores de seguridad nacional "entregar al presidente recomendaciones sobre si se debe reanudar el programa de interrogar a terroristas extranjeros, que sería aplicado fuera de Estados Unidos, y si tal programa deberá incluir el uso de centros de detención operados por la Agencia Central de Información".
El documento establece que las leyes estadounidenses deben ser acatadas en todo momento y explícitamente prohíbe la "tortura". Pero el hecho de que Estados Unidos está considerando volver a aplicar brutales tácticas de interrogación seguramente generará controversia a nivel nacional e internacional.
Si bien algunos ex funcionarios insisten en que el programa funcionó porque a través de él se obtuvieron datos valiosos, otros le atribuyen los peores abusos cometidos en la llamada "guerra contra el terrorismo" lanzada luego de los ataques terroristas contra Estados Unidos el 11 de septiembre del 2001.
La AP obtuvo el documento de manos de un funcionario estadounidense que dijo que la Casa Blanca lo había repartido para pedir las opiniones de diversos empleados antes de ser firmado por Trump. La fuente pidió no ser identificada.
Como candidato, Trump prometió ser más duro contra terroristas que caigan presos y aplicar la táctica de interrogación del ahogamiento simulado "y cosas mucho peores". Desde que asumió la presidencia, sin embargo, ha moderado su lenguaje, notando que su secretario de Defensa James Mattis le ha señalado que la tortura no funciona.
Las versiones de que se estaría considerando resucitar esas tácticas empezaron a generar inquietud entre demócratas y republicanos.
"El presidente puede firmar cualquier decreto que guste, pero la ley es la ley", dijo el senador republicano John McCain, quien fue torturado cuando fue prisionero de guerra en Vietnam. "No volveremos a aplicar la tortura en Estados Unidos".