Cubanos de Miami celebran llegada de Trump al poder
Exiliados cubanos celebran en Miami la llegada al poder de Donald Trump
Medio centenar de exiliados cubanos y un puñado de inmigrantes latinoamericanos celebraron en Miami al ritmo de mariachis y con champagne la llegada a la presidencia de Donald Trump, con la esperanza de que ayude a llevar la democracia a Cuba.
"Estoy festejando la emoción y la bendición de que Donald Trump haya sido elegido presidente", manifestó Hernán Reyes, quien llegó a Miami como refugiado político en 1980. "Esto nos llena de regocijo, que ponga más fuerte el embargo económico, que quite todas las relaciones que (Barack) Obama ha hecho, que no haga más negociaciones", dijo el jubilado de 70 años mientras agarraba junto a otros dos exiliados una bandera de Estados Unidos.
Parados en una esquina tradicional del vecindario Pequeña Habana, frente a uno de los restaurantes adonde suelen acudir los políticos a cortejar a votantes cubanos-estadounidenses, los exiliados festejaban al grito de "USA USA" y "Viva Trump" mientras una pantalla gigante de televisión colocada sobre una camioneta transmitía en directo las imágenes de la asunción presidencial. Los vehículos que pasaban por la transitada Calle Ocho acompañaban las celebraciones tocando sus cornetas.
Los festejos de los exiliados en Miami contrastaban con las protestas de hispanos descontentos con la llegada de Trump al poder celebradas en Washington y otras ciudades del país.
En el último tramo de su campaña electoral Trump prometió terminar con la política de Obama hacia Cuba y revisar los decretos presidenciales que impulsaron la normalización de las relaciones diplomáticas, el intercambio de académicos y artistas y la llegada de empresas estadounidenses a la isla, entre otras medidas.
Aunque la política de deshielo de Obama ha sido duramente criticada por los exiliados cubanos más conservadores que llegaron de la isla poco después de la revolución, ha sido respaldada por otros sectores de cubanos más jóvenes que arribaron más recientemente a Miami en busca de bienestar económico.
Poco antes de que Trump jurara como presidente los exiliados descorcharon botellas de champagne y brindaron. Antes habían abucheado a Obama cuando ingresó al Capitolio.
En medio de los festejos llegó un trío de mariachis y al ritmo de "Guantanamera" hombres y mujeres comenzaron a bailar y cantar a los gritos rodeados de carteles que decían "Trump make America great again" ("Trump vuelve a hacer grande a Estados Unidos").
"Estoy celebrando porque Donald Trump es republicano como yo. No es izquierdista como Obama, que respondía a todo lo que le pedían los Castro", expresó la enfermera Dulce Hernández, de 51 años, quien llegó a Estados Unidos hace 20. "Necesitamos que nos ayude a terminar la dictadura", dijo mientras bailaba junto a su esposo levantando una bandera de Cuba.
Acompañando a los cubanos en su brindis relucía una bandera colombiana roja, amarilla y azul entre decenas de banderas estadounidenses y cubanas.
Ruth Quintero, la colombiano-estadounidense que la levantaba, dijo que estaba celebrando que "se acaba la pesadilla de Obama y América va a renacer".
La mujer, una niñera de 43 años que llegó a Estados Unidos hace 17 años, dijo que votó por Trump desde las internas del partido republicano.
"Hoy es un día muy feliz. Creí en él desde el principio", aseguró.