Tiroteo en club de Playa del Carmen, México, deja 5 muertos

Eran las 2:30 de la madrugada del lunes en Playa del Carmen cuando comenzaron los disparos en la discoteca Blue Parrot, la cual estaba atiborrada de turistas que participaban en un festival de música electrónica y donde corrían botellas de tequila, vodka y champaña.

Con el tiroteo, unos se escondieron bajo las mesas y otros intentaron escapar. Afuera, todos corrían despavoridos por las calles y la playa de esta localidad ubicada al sur de Cancún, sobre el litoral del Caribe mexicano.

El resultado, según la fiscalía del estado, fue de cinco personas muertas, entre ellas una estadounidense, un italiano y un canadiense. También se reportaron 15 heridos, en su mayoría aplastados por la estampida generada tras los disparos. En el bar quedaron copas y botellas medio llenas, sofás volcados y el suelo regado de todo tipo de objetos perdidos en la carrera.

El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, dijo que las primeras investigaciones señalan a dos individuos que se enzarzaron en un "conflicto personal". Uno de ellos le disparó al otro y eso provocó la intervención de guardias de seguridad que intentaron repeler el ataque pero fueron alcanzados por las balas.

La Fiscalía del Estado barajó previamente en un comunicado que el tiroteo empezó cuando el personal de seguridad bloqueó la entrada a un hombre armado, que comenzó a disparar por ello.

"Al principio no sabíamos qué pasaba. Todo el mundo se tiró al suelo y nos escondimos. Luego salimos por la parte de atrás", explicó a The Associated Press Jeffrey Castelein, un belga de 33 años que había disfrutado los 10 días del festival junto a un grupo de amigos y pensaba quedarse todavía de vacaciones.

Castelein explicó que él escuchó entre 15 y 20 disparos que retumbaron por encima de la música cerca de la puerta del local. Por eso, optaron en saltar por una valla en la parte trasera que daba a la playa. "Fueron los 20 minutos más largos de mi vida".

Isabel Ramos no tuvo tanta suerte y le alcanzó una bala. "Se escucharon gritos; empezaron a aventar a la gente. Oímos un disparo y volteamos. Nos tiramos al suelo. No sé cuánto tiempo pasó", cuenta su amiga, Diana Maldonado. Cuando las cosas se calmaron, corrió hacia ella y vio que sangraba. "Tenía un impacto en el abdomen y yo lo único que hice fue sostenerla para que no sangrara más".

Los equipos de rescate tuvieron que llevarla en brazos porque la camilla no podía entrar por ella, añadió Maldonado. Ramos fue operada al llegar al hospital.

El fiscal de Quintana Roo, Miguel Ángel Pech, descartó que pudiera tratarse de un atentado terrorista, pero algunos turistas sí contemplaron la posibilidad. "Creí que se trataba de algo parecido a lo que ocurrió en París: unos tipos que entran y empiezan a disparar como un ataque terrorista", dijo Tyler Klee, un turista neozelandés que estaba cerca de la discoteca con un amigo.

Klee indicó que todo el mundo estaba aterrado y corría en busca de los suyos. "Estábamos corriendo y podías escuchar más disparos; no sabías si alguno te iba a alcanzar".

La estampida provocó que una mujer que había tropezado muriera aplastada, indicó el gobernador.

Posteriormente, la fiscalía la identificó como Alejandra Margarita Villanueva, originaria de Estados Unidos. También identificó a dos trabajadores del festival como fallecidos: el canadiense Kirk Wilson, que era el supervisor de seguridad, y el italiano Daniel Pessina.

Además murieron dos mexicanos del estado de Veracruz: Rafael Antonio Peñaloza, que falleció en el hospital, y Geovanni Francisco Ruiz.

Sólo uno de los 15 heridos se encontraba en condición grave y ocho de ellos fueron dados de alta el mismo lunes.

Las autoridades habían dicho inicialmente que los fallecidos eran un italiano, un colombiano y dos canadienses. La fiscalía estatal dijo después que sólo uno de los fallecidos era canadiense, mientras que la embajada de Estados Unidos confirmó que uno de los muertos era estadounidense. El Ministerio del Exterior de Italia confirmó que uno de sus ciudadanos murió.

Los organizadores del festival, llamado BPM y que reúne a disc jockeys de distintos lugares, dijeron en un comunicado que estaban "conmovidos con el dolor de este acto de violencia sin sentido, y cooperando plenamente con la policía local y funcionarios del gobierno a medida que continúan su investigación".

El fiscal Pech dijo que en el lugar de los hechos se hallaron 20 casquillos de bala de diferentes armas. No está claro si alguna de ellas pertenecía a los guardias de seguridad. También se recuperó un revolver calibre .38.

Añadió que hubo otro incidente con intercambio de disparos en un lugar cercano a la discoteca y que tres personas fueron detenidas, pero todavía no se sabe si estos hechos tienen relación con el suceso en el Blue Parrot.

Playa del Carmen es un popular destino turístico, y aunque el crimen organizado tiene presencia en el estado de Quintana Roo, habitualmente la violencia no ha golpeado las discotecas ni los lugares de ocio frecuentados por turistas, que son una de las principales fuentes de ingresos de la región.

El gobernador del estado lamentó el suceso en un "destino turístico de clase mundial que es rostro de bienvenida de México" y garantizó que se hará "todo lo necesario para hacer justicia" y que habrá una investigación "muy clara y estricta para detener a los culpables", a la vez que se tomarán medidas para garantizar la seguridad de todos los destinos turísticos del estado.

La Secretaría de Turismo confirmó en un comunicado que las autoridades federales están colaborando con las locales y estatales para esclarecer los hechos y subrayó que la situación en Playa del Carmen está bajo control para que los turistas nacionales y extranjeros puedan seguir disfrutando sus vacaciones.

Los bares que rodean el Blue Parrot daban cuenta de ello. A sólo unos metros del precinto amarillo que puso la policía para preservar la escena de los hechos, parecía que nada hubiera pasado: corría el alcohol y la fiesta, y los turistas en bañador seguían disfrutando de sus vacaciones.

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El periodista Gabriel Alcocer contribuyó a este reporte desde Cancún, México.