Diplomáticos piden nuevo diálogo de paz en Medio Oriente
Ante el temor a un nuevo brote de violencia en Medio Oriente, más de 70 diplomáticos de todo el mundo exhortan a israelíes y palestinos a comprometerse a negociar para hallar una solución en que cada uno tenga su propio estado
Enviando un mensaje contundente a Israel y al próximo gobierno de Donald Trump, más de 70 diplomáticos de todo el mundo exhortaron el domingo a israelíes y palestinos a comprometerse a negociar para hallar una solución en la que cada uno tenga su propio estado, así como a abstenerse de tomar cualquier acción unilateral que agrave las tensiones.
En una declaración, exhortaron a Israel y a los palestinos a "volver a afirmar oficialmente su compromiso en la solución de los dos estados" y advirtieron que la comunidad internacional "no reconocerá" cambios a los límites de Israel anteriores a 1967 sin que exista un acuerdo entre ambas partes.
Los palestinos aplaudieron la declaración. El negociador palestino Saeb Erekat dijo que la medida equivale a un rechazo multinacional de la ocupación de territorios y a la construcción de asentamientos judíos por parte de Israel. Israel, afirmó "no alcanzará la paz y la estabilidad" hasta que ponga fin a la ocupación.
La cumbre buscó enviar un mensaje claro al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu y al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de que gran parte del mundo quiere una solución de dos estados al prolongado conflicto entre israelíes y palestinos.
"Una solución de dos estados es la única posible", dijo el Ministro de Exteriores de Francia, Jean-Marc Ayrault, en la apertura de la conferencia. Solucionar el prolongado conflicto "es más indispensable que nunca", agregó.
Según Netanyahu, la conferencia estuvo "manipulada" contra Israel y el próximo gobierno de Trump no participó en la cita. La cita es una "cumbre vacía" preparada a espaldas de Israel y diseñada para imponer al país condiciones que van en contra de sus intereses nacionales, declaró Netanyahu.
Diplomáticos franceses temen que Trump desate nuevas tensiones en la región al condonar los asentamientos en tierras reclamadas por los palestinos y, posiblemente, trasladando la embajada estadounidense de Tel Aviv a la disputada Jerusalén.
"Ambas partes están muy alejadas y su relación es de desconfianza, una situación especialmente peligrosa", opinó Ayrault. "Nuestra responsabilidad colectiva es llevar a israelíes y palestinos de vuelta a la mesa de negociación. Sabemos que es difícil pero, ¿hay alternativa? No, no la hay".
Washington estuvo representado en la cita por el secretario de Estado, John Kerry, en su último gran evento antes de dejar el cargo. Cierra además ocho años de esfuerzos estadounidenses fallidos en lo relativo a la diplomacia israelí-palestina.
Netanyahu declinó una invitación para una reunión especial tras la cumbre. Inicialmente se esperaba la presencia del presidente palestino, Mahmoud Abbas, pero pospuso su visita a la capital francesa.
El primer ministro israelí dijo que la conferencia hará poco para promover la paz y que marca los "últimos coletazos del mundo de ayer". "Mañana parecerá diferente y mañana está muy cerca", informó en una aparente referencia a la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Líderes israelíes y palestinos no dialogan, ni de forma indirecta, desde el fracaso de una iniciativa de paz encabezada por Washington en 2014.