EEUU: Takata se declara culpable por infladores defectuosos
EEUU: Takata Corp. acepta declararse culpable de un solo cargo penal; pagará millonarias multas e indemnizaciones
Takata Corp. aceptó declararse culpable de un solo cargo penal y pagará 1.000 millones de dólares en multas e indemnizaciones por ocultar durante años un defecto mortal de sus infladores de bolsas de aire para vehículos.
La fiscalía federal en Detroit anunció el viernes el acuerdo, horas antes de que eliminara el carácter no público de la acusación formal presentada por un jurado investigador y que incluye seis cargos contra tres exejecutivos de Takata implicados en un plan para falsificar y alterar los informes de las pruebas que mostraban que los infladores podían romperse.
Los infladores de Takata pueden explotar con tanta fuerza que lanzarían esquirlas contra el conductor y los pasajeros.
Al menos 11 personas han perdido la vida en Estados Unidos y 16 a nivel mundial por ese defecto. Más de 180 personas han resultado heridas.
Debido al problema se solicitó a los dueños que llevaran sus vehículos a talleres para corregirles el problema. Este retiro de vehículos fue el de mayor escala en la historia de Estados Unidos porque abarcó 42 millones de unidades y 69 millones de infladores. Tardará años completar la corrección del problema.
"El riesgo de que permitieran que sucediera es en verdad reprobable", declaró Barbara McQuade, fiscal federal en Detroit, cuyo despacho trabajó dos años en la investigación.
Según el acuerdo con la fiscalía, Takata pagará una multa penal por 25 millones de dólares, 125 millones a personas heridas por las bolsas de aire y 850 millones a los fabricantes de vehículos que compraron los infladores.
Se solicitará a un juez federal que designe al abogado Kenneth Feinberg para que entregue las indemnizaciones. Feinberg se encargó de los casos de los interruptores de arranque defectuosos de los vehículos de General Motors y del derrame petrolero de BP, entre otros.
Los pagos a los individuos deben hacerse con prontitud. Los fabricantes deberán recibir sus pagos cinco días antes de la venta o fusión prevista de Takata. La empresa tiene previsto ser vendida este año a otro proveedor de la industria automovilística o inversionista.