Dignatarios extranjeros despiden a expresidente portugués
Jefes de estado llegan a Lisboa para asistir al funeral del expresidente Mario Soares
Jefes de estado como el rey Felipe VI de España y el presidente de Brasil, Michel Temer, acudieron el martes a Lisboa para asistir al funeral del expresidente Mario Soares.
El exgobernante portugués guio al país a la democracia después de que un golpe militar derrocara en 1974 a la dictadura que había gobernado durante cuatro décadas.
Soares iba a ser enterrado en la capital tras la capilla ardiente en el monasterio de los Jerónimos, un monumento nacional que data del siglo XVI. Varios miles de personas pasaron ante su ataúd abierto.
El expresidente, de 92 años, murió el sábado en un hospital tras pasar dos semanas en coma. Portugal cumple tres días de luto nacional.
Fue elegido como primer ministro tras el golpe y más tarde se convirtió en el primer civil que presidía el país en 60 años. Se convirtió en un estatista global a través de su trabajo con el movimiento de la Internacional Socialista.
Seis aviones F-16 de la Fuerza Aérea portuguesa sobrevolaron el monasterio cuando se retiraba el ataúd.
La procesión al recorrer el centro de Lisboa se detuvo frente al palacio presidencial, el Parlamento y otros lugares de importancia en la vida de Soares.
La gente que bordeaba la ruta aplaudía al paso de la carroza tirada por caballos. Un buque de la armada anclado en el río Tajo disparó una salva de 21 cañonazos.
El ex primer ministro francés Lionel Jospin, el expresidente brasileño Jose Sarneyy y el expresidente del gobierno español Felipe González también asistieron a las ceremonias.