Seguridad diplomática, un reto también para gobierno Trump
Como presidente, Trump tendrá que proteger a diplomáticos de EEUU, pero no ha dado pistas de cómo lo hará
Expertos y diplomáticos de carrera dicen que ha habido mejoras en las medidas de seguridad desde el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi, Libia, pero opinan que persisten deficiencias importantes y esperan que Donald Trump haga algo al respecto cuando se convierta en presidente.
Durante la campaña presidencial, Trump fustigó a su rival Hillary Clinton por no prevenir el ataque a la misión estadounidense en 2012, cuando era secretaria de Estado, pero el presidente electo ha ofrecido hasta ahora pocas ideas de cómo mejorará eso.
El asesinato cometido la semana pasada en contra del embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, fue un recordatorio escalofriante de que los diplomáticos están cada vez más expuestos a las amenazas, incluso en países que normalmente no se consideran sitios peligrosos. El asesino gritó: "No se olviden de Aleppo", refiriéndose al parecer a la injerencia militar de Rusia en Siria.
No está claro si una persona tan abiertamente franca como Trump agravará los desafíos diplomáticos de seguridad una vez que llegue a la Casa Blanca. Su política exterior y su selección para el secretario de Estado, Rex Tillerson, siguen siendo un enigma.
El equipo de transición no respondió a preguntas sobre cómo manejará el gobierno entrante la seguridad diplomática.
Mantener a los diplomáticos a salvo es costoso. En el último año presupuestario, el Congreso aprobó 3.390 millones de dólares para financiar las operaciones de la Oficina de Seguridad Diplomática en todo el mundo. Eso representa aproximadamente el 7% del presupuesto total del Departamento de Estado.
La seguridad diplomática también se ha vuelto sumamente polémica desde la muerte del embajador Christopher Stevens y otros tres estadounidenses en Bengasi.
La comisión especial de la Cámara de Representantes para el caso de Bengasi encabezada por republicanos concluyó en junio que hubo errores letales por parte del gobierno de Obama, pero no encontró una evidencia incriminatoria incontrovertible que apuntara hacia un error por parte de Clinton. La comisión incluyó al representante Mike Pompeo, elegido por Trump para dirigir a la CIA.
Otro miembro de la comisión, el republicano Jim Jordan, criticó al gobierno de Obama por negarse a crear el cargo de subsecretario para seguridad diplomática, algo que a su juicio es el cambio más importante para mejorar la seguridad de los representantes norteamericanos en el exterior.
El ex agente diplomático de seguridad Fred Burton vicepresidente para inteligencia de la firma Stratfor y autor de "Under Fire: The Untold Story of the Attack in Benghazi" (Bajo fuego: la historia no contada del ataque en Bengasi) no cree que los problemas puedan arreglarse a menos que Tillerson sea confirmado en el puesto.
Robert Ford, exembajador de Estados Unidos en Siria, dijo que la forma más útil con la que el Congreso y el poder ejecutivo podrían avanzar en medidas de seguridad diplomática es dando "un fuerte apoyo a la necesidad de recursos de seguridad determinados localmente".
"Las cuestiones de seguridad no pueden realistamente ser administradas al detalle por parte de funcionarios en Washington, porque solo las personas en el lugar tienen la percepción actualizada de las condiciones y la evolución de las amenazas", agregó.