Tensión en North Carolina es mal augurio para gobernador
El próximo gobernador de North Carolina todavía no ha juramentado, pero la legislatura estatal dominada por republicanos ya ha frustrado el acuerdo que ayudó a conseguir para abolir leyes contra la comunidad LGTB, y también le despojó de poderes
El próximo gobernador de North Carolina, demócrata, todavía no ha juramentado, pero la legislatura estatal dominada por republicanos ya ha frustrado el acuerdo que ayudó a conseguir para abolir leyes contra la comunidad LGTB, y también le despojó de poderes.
El gobernador electo Roy Cooper ha prometido mantener sus promesas de campaña para revertir el curso hacia la derecha del estado. Pero con una victoria de solo 10.000 votos por encima del gobernador Pat McCrory, republicano, y una amarga desconfianza partidista en ese estado profundamente dividido, ya ha tropezado en el camino para trabajar exitosamente con la legislatura. Y los republicanos tendrán mayorías a prueba de veto en el 2017.
"Mis negociaciones futuras con ellos ciertamente van a derivar lecciones de esto", dijo Cooper con semblante serio a la vez a reporteros la semana pasada, luego que colapsó el acuerdo para abolir la ley conocida a nivel nacional como "propuesta de baño".
Dos sesiones especiales realizadas en diciembre, en una de las cuales varias personas resultaron arrestadas luego de que se realizaran protestas escandalosas en contra de republicanos, han creado más tensión en un estado que escogió a los republicanos Donald Trump como presidente y Richard Burr para senador federal pero escogió a un demócrata como gobernador.
"Hay una completa falta de confianza entre el liderazgo legislativo y Cooper en este momento", dijo el experimentado asesor estatal demócrata Brad Crone. "Eso no es un buen augurio para un gobernador entrante".
El impasse sobre la ley, que instruía a la gente transgénero a usar el baño en instalaciones públicas que corresponda al género establecido en sus certificados de nacimiento, hizo que Cooper y líderes de la legislatura se echaran la culpa el uno al otro. Hubiera sido un gran logro abolir una propuesta que ha causado pérdidas de trabajos, cancelaciones de conciertos y eventos deportivos, y ha manchado la reputación de North Carolina.