Trump considera a jefe de Exxon como secretario de Estado
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, estudia proponer al jefe Exxon Mobil, Rex Tillerson, como su secretario de Estado
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, estaba más cerca de nominar al director ejecutivo de Exxon Mobil, Rex Tillerson, como su secretario de Estado, tras una reunión privada el domingo con el líder empresarial, según varias personas que hablaron con Trump y su equipo de transición.
El presidente electo ha indicado en privado a sus colaboradores que tiene previsto proponer a Tillerson para el influyente cargo, aunque el sábado por la tarde aún no le había ofrecido oficialmente el puesto. Algunos asesores temían que los lazos de Tillerson con Rusia provocaran una confirmación complicada en el Senado y mantuvieran sobre la mesa las dudas sobre la relación del propio Trump con Moscú.
Las personas que habían hablado con Trump y su equipo de transición insistieron en mantener el anonimato porque no estaban autorizadas a hablar sobre las deliberaciones internas.
En Rex Tillerson, Trump habría encontrado a un exitoso directivo estadounidense, pero que no encaja en gran parte con lo prometido a los votantes debido a su continuado apoyo al libre comercio, el derecho internacional y un aumento de la presencia estadounidense en Oriente Medio.
Tillerson, nacido en Wichita Falls, Texas, llegó a Exxon Mobile Corp. como ingeniero de producción nada más salir de la Universidad de Texas en Austin en 1975 y nunca dejó la compañía. Preparado para un puesto directivo, ascendió en el accidentado mundo de la producción petrolífera con cargos en la central de la empresa en Estados Unidos, en Yemen o en operaciones en Rusia.
Su candidatura al máximo puesto diplomático de Estados Unidos sería el acercamiento más concreto del incipiente gobierno de Trump hacia el presidente de Rusia, Vladimir Putin. El éxito de la compañía petrolera en Rusia requirió alinear los intereses de la empresa con los dos del gobierno ruso, entereza y buenas relaciones con Putin. Exxon amplió de forma constante su negocio en Rusia mientras sus rivales enfrentaban expropiaciones y obstáculos regulatorios, y en 2013 Putin impuso a Tillerson la Orden de la Amista.
En 2006, el directivo ganó la batalla para suceder al ex director ejecutivo Lee Raymon. Bajo el mando del texano, los precios del crudo batieron récords y los beneficios de Exxon ayudaron a convertirla en la compañía con mayor valor en bolsa del mundo con miles de empleados, canales directos con gobiernos de todo el mundo y una gran aversión a las sanciones o limitaciones del gobierno estadounidense sobre dónde podía operar.
Aunque Tillerson defiende una estrategia de poco control sobre los mercados, ha apoyado la intervención estadounidense en Oriente Medio. Tras la guerra de Irak, Exxon acordó desarrollar un gran proyecto en el aún inestable sur de Irak en términos menos favorables para la compañía que la mayoría de sus acuerdos. En 2011, Tillerson anunció que se fortalecerían las relaciones con la rusa Rosneft, con una inversión de años y miles de millones de dólares en el desarrollo de tecnología para explorar y producir petróleo y gas en las gélidas aguas del Ártico ruso.
Aunque los avances revolucionarios derivados de la fracturación hidráulica para obtener combustible de esquisto o pizarra han aumentado los suministros propios de Estados Unidos, Tillerson ha afirmado que sería un error retirarse de las operaciones en el exterior.
"La pregunta que tienen que hacerse es 'Bueno, entonces, ¿quién ocupa ese hueco?''', dijo, sugiriendo que podría tratarse de un "país de gran consumo" como China.
Aunque su predecesor fue un gran escéptico del lazo entre la quema de combustibles fósiles y el cambio climático, Tillerson ha suavizado la postura de la empresa en ese tema, aunque no se ha mostrado convencido por las predicciones más sombrías sobre sus consecuencias.
En una conferencia de la industria en 2007, Tillerson aceptó que el clima de la Tierra está cambiando, la temperatura media aumenta y las emisiones de gases de efecto invernadero suben. También señaló que el clima sigue siendo un campo complejo de estudio científico. Exxon sigue recibiendo crítica por sus esfuerzos pasados a la hora de negar el cambio climático, a pesar de que informes internos revelados hace poco indican que los científicos de la compañía reconocieron la legitimidad del fenómeno incluso en la década de 1970.
Tillerson ha dicho que está claro que los riesgos del cambio climático para la sociedad y los ecosistemas podrían ser significativos y resulta prudente desarrollar y aplicar "estrategias sensatas que aborden estos riesgos al tiempo que no reduzcan nuestra capacidad de progresar en otras prioridades globales como el desarrollo económico, la erradicación de la pobreza y la salud pública".
Tillerson tenía previsto retirarse en marzo a los 65, dentro de la compañía de retiros obligatorios de la empresa. El año pasado recibió 27,3 millones de dólares en salario y ha acumulado unos 160 millones de dólares en acciones de Exxon, junto con 149 millones de dólares en stock options, según un comunicado de la compañía presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos
Al margen de la industria petrolera, Tillerson ha sido director del United Negro College Fund y presidente del American Petroleum Instituto. El directivo, ex scout Águila, también fue presidente nacional de los Niños Exploradores (Boy Scouts) de Estados Unidos.