Preso de Alabama tose y se agita durante ejecución
Preso de Alabama tose y se agita durante ejecución por inyección letal
Durante los 13 minutos que transcurrieron desde que recibió una ejecución letal, un recluso de Alabama se agitó, tosió y pareció moverse durante las pruebas para determinar su estado de conciencia.
Ronald Bert Smith Jr., de 45 años, fue declarado muerto a las 23:05 horas del jueves, unos 30 minutos después de que comenzó el procedimiento en un penal del suroeste de Alabama.
Alabama utiliza el sedativo midazolam como el principal fármaco en una combinación de tres para su inyección letal. Smith y otros reclusos argumentaron en un caso judicial que el fármaco era un sedante poco fiable y que podría hacer que sintieran dolor, citando su uso en ejecuciones problemáticas.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos, sin embargo, avaló el uso del sedante.
Smith fue condenado a la pena capital por el asesinato a disparos del empleado de almacén Casey Wilson, en Huntsville el 8 de noviembre de 1994.
Un jurado votó 7-5 a favor de una sentencia de cadena perpetua, pero un juez anuló la recomendación y sentenció a muerte a Smith.
Al comienzo de su ejecución, Smith se agitó y tosió varias veces, apretando los puños y levantando la cabeza.
Un guardia realizó dos pruebas de consciencia antes de administrarle los dos fármacos restantes de la inyección letal.
En tales pruebas de conciencia, un guarda debe decir el nombre del preso, rozar sus pestañas y luego pellizcarle el brazo izquierdo. Durante la primera prueba, Smith movió el brazo. Después de la segunda prueba de conciencia, levantó un poco el brazo derecho.
El significado de esos movimientos probablemente será tema de debate. Uno de los abogados de Smith le susurró a otro abogado: "Está reaccionando" y señaló los repetidos movimientos del preso.
El comisionado estatal de prisiones dijo Jeff Dunn que no vio ninguna reacción a las pruebas de conciencia. "Sabemos que seguimos el protocolo", comentó.
Esta ejecución hizo recordar una fallida en 2014 en Oklahoma. Durante esa ejecución, Clayton Lockett se retorció en la camilla, gimió y se liberó parcialmente de sus ataduras después de que le administraron los tres fármacos.
Los miembros del equipo de ejecución sopesaron tratar de salvar su vida y llevaron a Lockett a una sala de emergencia antes de que muriera finalmente, 43 minutos después de que comenzó la inyección inicial.