EEUU: Reporte subestima muertes accidentales de niños
EEUU: Estadísticas oficiales sobre niños muertos por disparos accidentales de armas de fuego difieren de datos de la prensa
Las estadísticas del gobierno dadas a conocer esta semana que dicen que 77 menores en Estados Unidos murieron por disparos accidentales de armas de fuego infravalora considerablemente la magnitud de ese persistente problema.
Una revisión de tales incidentes en todo el país realizada por The Associated Press y USA TODAY Network concluyó que 141 muertes de menores fueron atribuidas a disparos no intencionales o accidentales en el 2015, 83% más alto que lo reportado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Los partidarios de leyes más estrictas y nueva tecnología para impedir el acceso de menores a armas de fuego dicen que muchas de esas muertes son prevenibles y que el conteo impreciso es significativo porque puede minar el debate público. Cabilderos de la industria de armas, incluyendo la NRA, citan las estadísticas de los CDC para argumentar que esas muertes son tan raras que se necesita educación voluntaria, no regulaciones ni leyes adicionales.
Los funcionarios de los CDC admiten que sus estadísticas son bajas porque dependen de cómo los forenses clasifican las muertes en certificados de defunción. Algunos forenses clasifican incidentes en los que un niño mata a otro no intencionalmente como homicidio en lugar de disparo accidental porque se ajusta a la definición de ser muerto por otro. Las clasifican además como indeterminadas si la intención no está clara, por ejemplo, si no es seguro si un menor cometió suicidio o se mató accidentalmente.
La AP y USA TODAY Network contaron disparos fatales que fueron declarados accidentales o no intencionales por agencias investigativas. La revisión no incluyó muertes en las que armas fueron disparadas intencionalmente, tales como balas perdidas o disparos en celebración.
El bajo conteo es similar, aunque más significativo, que el observado en el 2014, cuando los CDC reportaron apenas dos terceras partes de las 113 muertes documentadas por la prensa.
Los datos de los CDC, dados a conocer el jueves, reflejan una tendencia identificada por la revisión de las organizaciones de prensa, en la que las muertes son más comunes entre niños de 3 años, que usualmente toman una pistola que no tiene el seguro puesto, cargada, en sus casas y se disparan a sí mismos. Los datos reflejan además otra alza en las muertes de adolescentes entre 15 y 17 años, que usualmente son baleados por otro adolescente jugando con un arma de fuego.
Mark Rosenberg, exdirector del Centro Nacional de Prevención y Control de Heridas en los CDC, dice que el país podría eliminar todas las muertes no intencionales de niños con armas de fuego. Dice que es absurdo que el gobierno no realice más estudios sobre cómo prevenirlas, en parte a causa de una ley de 1996 que dice que los CDC no pueden usar fondos federales de investigaciones para promover el control de armas.