Tinder y las realidades de una cita a ciegas
Nos conocimos online a través de Tinder. Todo cuadraba: carrera parecida, mismos gustos por las manualidades e inclusive nuestros gatos eran iguales. Tal era nuestra acoplanza, que como una seña del designio divino de que éramos tal para cual, el mío era un gato y el de el una gata.
Durante una semana hablamos diariamente para conocernos, para comprobar lo que las señales del destino decían y llegó la noche tan esperada del encuentro. Camino al bar señalado, pensaba en la atracción inmediata que tendríamos, los besos apasionados que le daría y de paso trataba de confirmar a través de las vidrieras de los locales por donde pasaba si sería suficiente para gustarle.
Mi labial rojo acentuaba los consejos mil notas leídos de ¿cómo gustarle a un hombre? o ¿qué ponerse en una primera cita?. Hasta mis conocimientos de astrología, fueron aplicados en la búsqueda de ¿cómo gustarle a escorpio?, libra y escorpio atracción fatal y sensual, etc. Pero nada de eso te prepara que al verlo, las fotos que viste e investigaste -seamos sinceras aquellos más listillas habrán encontrado su cuenta de facebook, Instagram y hasta LinkedIn seguro no zafa para confirmar si no tendremos que mantenerlo-, te encuentres con una versión actualizada en vivo y en directo de las fotos que viste online.
La primera pregunta que te haces es ¿cómo oculto mi cara de decepción?, ¿cómo evito continuar la cita?, en vez de la reacción que esperabas tener, algo estilo de "que bueno que está!". Así que si no sos muy cruda y cruel, continuarás con la salida rogando que se acabe lo antes posible. Beberás tragos para apagar ese sabor amargo de tus demonios destruyendo tu foto de boda imaginaria y trataras de aplicar los conceptos del positivismo en todo su esplendor: "al menos no se le nota la panza con esa remera negra", "que sus manos sean tan pequeñas no significa que su miembro sea del mismo tamaño", "al menos beberé ricos tragos y conocí este lindo lugar -cerciórense de este ítem antes de coordinar cualquier reunión online, puede ser lo único positivo de esa noche-.
Así y todo con tu desdicha, te enfrentas a la realidad y entiendes que son pocos los hombres que pueden ser inteligentes, simpáticos y sobre todo puedan tratarte bien. Un amigo una vez me dijo, que en vez de rogar por un hombre hermoso, talentoso y confiable, pidiera uno que me amara bien y tiene toda la razón. Así que decidan bien si dan una oportunidad a su peor es nada que las tratará como reinas o al mejor de todos que con su ego no tendrá espacio para ti. Como todo hay excepciones pero como yo no las he encontrado, las vamos a obviar en este post.