El "no" en el referendo italiano desestabiliza el mercado
El premier italiano Matteo Renzi acude al palacio presidencial en Roma para presentar su renuncia al presidente Sergio Mattarella
El premier italiano Matteo Renzi acudió el lunes al palacio presidencial en Roma para presentar su renuncia al presidente Sergio Mattarella.
Renzi había dicho horas antes que presentaría su renuncia tal como había prometido debido a la derrota rotunda de su referendo de reformas en la votación del domingo.
El margen de la derrota inesperadamente grande junto con una participación electoral del 68% parecieron descartar cualquier posibilidad de que se le ofrezca a Renzi otra oportunidad de formar un gobierno. Los analistas, sin embargo, esperan que Mattarella le pida a Renzi que permanezca en el cargo el tiempo suficiente para aprobar el nuevo presupuesto, cuyo plazo es el 23 de diciembre.
El resultado de la votación inyectó energía al Movimiento Cinco Estrellas, que se opone al establishment, así como a la antiinmigrante Liga Norte, cuyo líder se ha aliado con figuras de la extrema derecha en Europa, incluso Marine Pen, de Francia.
Aunque los partidos de oposición de Italia rechazan las políticas de Renzi y la dirección de sus reformas, tienen poco en común y ya han empezado a competir entre sí para posicionarse hacia una nueva elección, pero el momento de tales votaciones sigue sin estar claro.
Los analistas esperan que Mattarella designará un gobierno de transición para que redacte una nueva ley electoral. Hay conjeturas de que ese gobierno será encabezado por el ministro de Finanzas de Renzi, Pier Carlo Padoan, o el presidente del Senado, Pietro Grasso.
Sin embargo, esa posibilidad ya está enfrentando oposición.
El líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, pidió que se celebren elecciones de inmediato, tras salir fortalecido por la derrota de las reformas de Renzi.
Salvini afirmó que el país necesita votar "tan pronto como sea posible" y rechazó cualquier necesidad de aprobar una nueva ley electoral para celebrar elecciones tras la renuncia de Renzi, prevista para el mismo lunes.
La Bolsa de Milán abrió con pérdidas del 2%, aunque se suspendió la cotización de muchos bancos debido a una volatilidad excesiva, de modo que el resultado del referéndum podría haber tenido un efecto mayor.
La victoria del "no" golpeó al coste de la deuda soberana italiana, aumentando al 2% la prima de riesgo sobre los bonos italianos a 10 años, respecto al 1,7% del 1 de diciembre y al mínimo histórico de apenas el 1% en los pasados meses de marzo y abril.
El comisario de Finanzas de la Unión Europea, Pierre Moscovici, restó importancia al impacto del referéndum sobre el euro y la unidad europea.
En declaraciones a reporteros en Bruselas, dijo tener "plena confianza en las autoridades italianas para gestionar esta situación", después de que votantes italianos rechazaran las reformas constitucionales y de que el proeuropeo Renzi anunciara su renuncia.
Aunque el euro cotizaba a la baja en los mercados mundiales, Moscovici afirmó tener "mucha confianza en la capacidad de la eurozona para resistir toda clase de conmociones".
Por su parte, el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, insistió en que el referéndum italiano "es una cuestión de política interna. El referéndum no era sobre Europa".
La canciller alemana, Angela Merkel, expresó su "pesar" por la derrota de Renzi en el referéndum, según dijo en Berlín el portavoz de la mandataria, Steffen Seibert.
Merkel "trabajó muy bien y con confianza con Matteo Renzi, pero por supuesto la decisión democrática tomada por los ciudadanos italianos debe respetarse".
Seibert informó que Merkel había apoyado iniciativas de reformas previas de Renzi, y añadió que Alemania trabajará de cerca con el próximo gobierno italiano.
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Los periodistas de The Associated Press Frances d'Emilio en Roma, Carlo Piovano en Londres y Frank Jordans en Berlín contribuyeron para este despacho.