Federación inglesa investiga sobre abusos, crecen denuncias
La Federación Inglesa de Futbol abre una pesquisa sobre un creciente escándalo de abusos sexuales a menores
El ente rector del fútbol inglés abrió el domingo una investigación sobre un creciente escándalo de abusos sexuales a menores para descubrir qué clubes profesionales tenían conocimiento de los delitos cometidos por los entrenadores y qué acciones debieron haberse tomado entonces.
La Federación Inglesa de Futbol (FA, por sus siglas en inglés) no abrió pesquisa alguna cuando Barry Bennell, un entrenador en el centro del escándalo y que estuvo ligado al Manchester City y al Crewe Alexandra, fue condenado en Estados Unidos y Gran Bretaña en la década de 1990 por acosar sexualmente a jugadores.
Fue necesario que ex víctimas de Bennell y otros entrenadores salieran del anonimato en las dos últimas semanas para atraer de nuevo la atención sobre los abusos que sufrieron cuando intentaban convertirse en futbolistas profesionales. El sindicato de jugadores indicó que más de 20 deportistas los han contactado con acusaciones de abusos.
La línea de atención telefónica 24 horas habilitada la semana pasada, que tiene el respaldo de la FA, ha recibido decenas de llamadas.
"Con la línea telefónica de ayuda todo es cuestión de si quieren seguir en el anonimato o hacerlo público", señaló el director ejecutivo de la Asociación de Futbolistas Profesionales (PFA), Gordon Taylor, a la televisora Sky News. "Por el momento, esto se centra en los clubes Crewe Alexandra, Blackpool, Manchester City, Stoke, Leeds United y luego, en el noroeste (del país) en el Newcastle United. Sería ingenuo pensar que no hay otros clubes en todas las zonas".
Cuatro departamentos de policía británicos, incluyendo en Londres, abrieron pesquisas tras ser contactados sobre Bennell y otros individuos que no han sido identificados.
"En este momento, a sabiendas que una extensa investigación puede ser necesaria a tiempo, trabajamos estrechamente con la policía para apoyar sus investigaciones y asegurándonos de no hacer nada que interfiera o ponga en peligro el proceso penal", señaló la FA.
La federación contará con la abogada Kate Gallafent, experta en temas de protección infantil en el deporte, para examinar las acusaciones de abusos y "hacer recomendaciones para intentar asegurar que estas situaciones nunca se repitan".
"La revisión interna examinará la información que tuvo la FA en los momentos relevantes en torno a las cuestiones que se han planteado en la prensa, qué sabían los clubes y qué medidas se tomaron o deberían haber tomado", agregó el comunicado de la FA.
También han surgido acusaciones de que clubes ingleses han llegado a acuerdos con jugadores que sufrieron abuso sexual, a cambio de no revelar públicamente sus casos.
"Es increíble que haya equipos que hayan compraron el silencio de estos chicos", afirmó Taylor, que ha estado en la PFA desde 1972.
Andy Woodward, quien llegó a jugar con el Sheffield United, testificó ante la corte en 1998 en el juicio a Bennell. Fue el primer futbolista en revelar públicamente los abusos que sufrió, un año después de hablar con Bennett.
Desde entonces, otros futbolistas retirados han contado historias de abusos cometidos por otros entrenadores. El sueño de que un chico se convirtiera en un futbolista bien remunerado hacía posible que sus padres cedieran el control de los menores a clubes y entrenadores.
"Ellos han sido mucho muy valientes al dar la cara luego de sufrir durante años en silencio", destacó Michael Bennett, jefe de bienestar en la Asociación de Futbolistas Profesionales, quien habló el viernes con The Associated Press.
En Florida, Bennell admitió su culpabilidad de seis cargos de agresión sexual contra menores que estaba bajo su custodia, como parte de un arreglo para recibir una condena de cuatro años de prisión.
Se le había acusado de violar a un niño y de cometer agresiones sexuales recurrentes contra un jugador de categorías juveniles a quien había acompañado a Estados Unidos.
Después de purgar su sentencia en Estados Unidos, Bennell fue declarado culpable otra vez en Gran Bretaña. Se le impuso una sentencia de seis años por 23 delitos.
El caso recibió poca publicidad en su momento. Pero en 2015, Bennell fue encarcelado por tercera vez y se declaró culpable de abusar de un chico en una cancha de fútbol del norte de Inglaterra en 1980. Ello llevó a que sus delitos se indagaran de nuevo, y a que surgieran preguntas de si otros entrenadores habían cometido abusos similares.
Bennell no está actualmente en prisión.