Trump dice que trabaja para que empleos se queden en EEUU

El presidente electo Donald Trump avanzó el viernes en la creación de su gabinete con otros dos nombramientos, al tiempo que la excandidata Jill Stein del Partido Verde dio nuevos pasos para obligar al recuento de votos en estados cruciales de la región centro-norte, lo cual podría complicar los esfuerzos de Trump por unir al país.

Stein, que obtuvo poco más de 1% de los sufragios a nivel nacional, solicitó formalmente el viernes por la tarde un recuento en Wisconsin, comprometiéndose a hacer lo mismo en Michigan y en Pennsylvania. No hay evidencia de manipulación electoral en los estados en los que Trump obtuvo victorias por un escaso margen, pero George Martin, portavoz del Partido Verde, insistió en que "el público estadounidense necesita que se investigue para asegurarnos de que nuestros votos cuentan".

"Estamos haciendo esto para asegurar la integridad de nuestro sistema", afirmó.

El equipo de Trump hizo caso omiso a las preguntas sobre los recuentos de votos que se avecinan. Ante la perspectiva de asumir la presidencia en 55 días, más bien se mantuvo enfocado en la enorme tarea de construir un gobierno federal a partir de cero.

Reunido con su familia en su mansión de Mar-a-Lago en Palm Beach para el fin de semana por el Día de Acción de Gracias, el próximo presidente hizo dos nombramientos de personal de alto nivel y programó reuniones con varios posibles funcionarios más.

Nombró a Kathleen Troia "KT" McFarland, analista de Fox News, para que se desempeñe como asesora de seguridad nacional adjunta, y al abogado de campaña Donald McGhan como abogado de la Casa Blanca. En un comunicado, Trump mencionó "la tremenda experiencia y talento innato" de McFarland, y dijo que McGhan "tiene una mente jurídica brillante, excelente carácter y una profunda comprensión del derecho constitucional".

Luego de que enfrentó críticas por la falta de experiencia de los primeros funcionarios que eligió, Trump ve que McFarland es alguien que anteriormente trabajó bajo las órdenes de tres presidentes, aunque con ninguno desde Ronald Reagan. McGhan, un veterano abogado republicano en elecciones, fungió como abogado de Trump durante la campaña.

Ninguno de los dos puestos requiere ser confirmado por el Senado.

Sean Spicer, portavoz de Trump durante la transición gubernamental, dijo que el presidente electo programó reuniones el lunes con otros ocho posibles funcionarios, grupo que incluye a varios líderes empresariales, al representante Lou Barletta de Pennsylvania, y a David Clarke, el jefe policial de Wisconsin que es un férreo opositor del movimiento Black Lives Matter (La vida de los negros es importante).

Además de la presión de Stein, también hubo indicios de discordia interna dentro del pequeño círculo de allegados del presidente electo en momentos en que Trump sopesaba sus opciones para el puesto de secretario de Estado.

Los posibles funcionarios para desempeñarse como el principal diplomático de la nación incluyen a Rudy Giuliani, exalcalde de la ciudad de Nueva York, el cual carece de experiencia en política exterior pero fue intensamente leal a Trump, y Mitt Romney, candidato presidencial republicano en 2012, que se opuso agresivamente a la candidatura del magnate pero que en gran medida es considerado como más experimentado para esa posición.

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El periodista David Eggert de The Associated Press en Lansing, Michigan, contribuyó a este despacho.