Trump Tower de Nueva York se convierte en imán para turistas
Muchos de los turistas que pasan enfrente de la Trump Tower vienen con el único objetivo de tomarse un selfie frente al rascacielos donde el presidente electo Donald Trump está enclaustrado escogiendo a su equipo de gobierno
Muchos de los turistas que pasan enfrente de la Trump Tower vienen con el único objetivo de tomarse un selfie frente al rascacielos donde el presidente electo Donald Trump está enclaustrado escogiendo a su equipo de gobierno.
Muchos sonríen, se retratan con los policías y guardias, y otros protestan contra Trump, alzando el puño con el dedo medio extendido.
La Trump Tower, siempre un atractivo turístico, es ahora más atractivo que nunca. Desde el día de las elecciones llegan multitudes de turistas con sus palos para selfies, retratándose con efectivos fuertemente armados que protegen el edificio.
"Bueno, ya tomaron su foto, sigan avanzando", ordena un oficial a la muchedumbre frente al edificio en la Quinta Avenida de Manhattan que ha sido apodado "Fuerte Trump".
El alto volumen de guardias armados, las barreras de metal y concreto y los puestos de control vial no han ahuyentado a las multitudes que se aglomeran mientras, 26 niveles arriba, está Trump consultando con sus asesores.
"Estamos presenciando un momento histórico", declaró Steve O'Neill, un policía de 54 años que estaba de visita desde Tyngsborough, Massachusetts.
Dijo que entregó a los guardias una foto que se tomó con Trump durante un mitin de campaña. "Trump me dijo que si resulta elegido yo debería venir y él me la firmaría, así que se la entregué a los guardias".
Leigh Stolarz, de West Palm Beach, Florida y de 20 años de edad, es una opositora de Trump y dijo que aún no puede creer que resultó elegido alguien que tiene ese tipo de actitud hacia las mujeres y hacia los inmigrantes.
Pero dijo que de todas maneras quería venir a la Trump Tower a ver cómo era la reacción de la gente. Su propia reacción quedó plasmada en un selfie, con la cara disgustada y con el puño en alto y el dedo medio extendido.
Dorotea Bustamante, quien estaba de visita desde Coahuila, México, recordó la retórica insultante que usó Trump contra su país.
"Trump no puede decir que todos somos criminales porque no lo somos", dijo Bustamante. "Tiene que evaluar a cada persona en base a su conducta".
Aun así trató de ponerle buena cara al asunto, expresando que quizás como presidente, Trump actuaría de manera distinta a lo que fue como candidato. "Quién sabe y me sorprende".