Obama y Clinton dicen a los demócratas que no desesperen
Los líderes demócratas procuran levantarles el ánimo a sus desmoralizados partidarios
Los líderes demócratas procuraron el lunes levantarles el ánimo a sus desmoralizados partidarios, y prometieron reevaluar su estrategia, mensaje y organización tras la devastadora derrota de la semana pasada.
"Se les permite entristecerse por una semana y media, quizá dos", dijo el presidente Barack Obama a miembros del Comité Nacional Demócrata (CND) en una conferencia telefónica. "Pero después de eso tenemos que superalo y ponernos a trabajar".
El partido ha entrado en un período de introspección en momentos en que los demócratas tratan de trazar su dirección en la era Donald Trump. Una ascendente ala liberal está presionando por un cambio serio hacia un mensaje económico populista que pudiera recuperar a los votantes blancos de clase trabajadora que respaldaron a Trump.
Activistas del partido, donantes y políticos también están abogando para que haya cambios significativos en el liderazgo. Un grupo de miembros más jóvenes de la Cámara de Representantes intentan posponer las elecciones de líderes en un esfuerzo por forzar una discusión respecto a la dirección del partido.
"Existe un sentimiento general de que el Partido Demócrata mismo necesita alguna reforma seria y que se ha distanciado mucho del tipo de comunidades a las que representa", dijo Gara LaMarche, presidente de Democracy Alliance, un grupo de acaudalados donantes demócratas que se reunieron en Washington para una sesión de estrategia de tres días de duración a realizar esta semana.
El CND, el último bastión de poder del partido en Washington, está emergiendo como otro campo de batalla.
Keith Ellison, representante de Minnesota, anunció el lunes en la tarde su candidatura para ser el presidente de la organización, uniéndose a una lista grande de candidatos que incluye al exgobernador de Vermont Howard Dean, quien fue presidente del partido durante el gobierno del presidente George W. Bush.
Después de perder la Casa Blanca y el Congreso y probablemente el sesgo ideológico de la Corte Suprema_, el nuevo jefe de los demócratas será uno de los rostros más visibles del partido en la política, lo que hará que el cargo sea mucho más influyente de lo que fue durante el gobierno de Obama.
Alrededor de una decena de nombres de demócratas han flotado públicamente para suceder a la presidenta interina Donna Brazile.
Ellison, un prominente progresista y el primer musulmán elegido para el Congreso, ha emergido como un temprano líder después de haber atraído apoyo de líderes del Senado y de activistas liberales.
Henry Muñoz III, presidente nacional de finanzas del CND, dijo que está "sopesando seriamente entrar a la contienda", y argumentó que la conversación sobre el futuro del partido debe incluir representación de latinos, un creciente grupo demográfico.
El exgobernador de Maryland Martin O'Malley, y Jaime Harrison, presidente del Partido Demócrata de South Carolina, también han dicho que están considerando participar.
La contienda llega en un momento de profundo malestar en el partido. Las manifestaciones contra Trump continuaron este fin de semana, y las encuestas post electorales mostraron que una significativa minoría de los partidarios de Clinton cuestionaron la legitimidad del triunfo de Trump.
El futuro parece incluso más sombrío. En dos años, los demócratas estarán defendiendo aproximadamente dos decenas de asientos en el Senado, incluidos al menos cinco en estados profundamente conservadores.
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La periodista de The Associated Press Erica Werner contribuyó a este despacho.