Hallan vivo a cura secuestrado en México, pero fue torturado
Hallan vivo y torturado a un sacerdote que fue secuestrado en México
Un sacerdote secuestrado en México fue encontrado vivo después de tres días, pero "con notables huellas de tortura", informó el domingo la Iglesia católica.
El padre José Luis Sánchez Ruiz es el tercer sacerdote en ser secuestrado desde septiembre en el estado de Veracruz, en la costa del Golfo de México. Los otros dos fueron hallados muertos a tiros pocos días después de su plagio.
Aunque Sánchez Ruiz no fue asesinado, su secuestro atrajo nueva atención a las agresiones contra sacerdotes en México. Otro clérigo fue asesinado en septiembre en el estado de Michoacán, en el oeste de México.
Los fiscales conjeturan que el robo pudo ser el motivo en los tres homicidios ocurridos este año. Sin embargo, varios sacerdotes dejaron entrever que podría haber otro móvil detrás del secuestro y tortura de Sánchez Ruiz.
El obispo Fidencio López dijo el domingo que "Sánchez Ruiz fue abandonado, con notables huellas de tortura" en un lugar no revelado.
Su desaparición provocó dos días de disturbios civiles en la ciudad de Catemaco, conocida por sus curanderos y su selva tropical exuberante. Los indignados habitantes quemaron parte del palacio municipal y una camioneta de la policía al tiempo que exigían la liberación del clérigo.
El sacerdote Aarón Reyes, portavoz de la diócesis, dijo al canal televisivo Milenio que Sánchez Ruiz había recibido amenazas en los últimos días debido a su activismo.
"Había sido amenazado, ya que es un defensor de derechos humanos y de protestas sociales. Criticaba el sistema de corrupción y el problema de inseguridad en Catemaco", agregó.
Sánchez Ruiz había participado en una protesta reciente contra los altos cobros de la electricidad, un tema importante debido al amplio uso de ventiladores y otros electrodomésticos para enfrentar el calor extremo en la localidad.
Al menos 31 sacerdotes han sido asesinados en México desde 2006. La mayoría de dichas agresiones han ocurrido en zonas azotadas por la violencia del narcotráfico.
La Conferencia del Episcopado Mexicano asegura que Veracruz, Guerrero y el Estado de México son las entidades mexicanas más peligrosas para ejercer el sacerdocio. Junto con Michoacán, figuran entre los estados con los peores problemas a causa de los cárteles del narcotráfico.