Policía suiza registra una mezquita en el norte del país

La policía suiza registró el miércoles una mezquita en una ciudad en el norte del país y detuvo a cuatro personas, incluido un imán etíope que supuestamente pidió el asesinato de musulmanes que se negaran a participar en las plegarias, según la fiscalía.

La policía registró por la mañana la mezquita de An Nur, en Winterhur, y los apartamentos de tres personas, según el comunicado de la fiscalía regional en la cercana Zúrich.

En un sermón público el 21 de octubre, el imán etíope pidió supuestamente el asesinato y denuncia de los musulmanes que se negaran en participar en las plegarias habituales de la mezquita, según el comunicado. La fiscalía ha abierto una pesquisa penal contra el imán y otras tres personas.

En otro comunicado, la policía de Zúrich anunció la detención de otros cuatro hombres de entre 23 y 35 años, procedentes de país como Argelia y Túnez. Se encontraban dentro de la mezquita en el momento de la redada y se cree que se encuentran en el país de manera irregular, dijo Corinne Bouvard, portavoz de la fiscalía. Se cree que no tenían conexión con el imán y los otros tres investigados, cuyas nacionalidades no fueron reveladas.

Por ahora, la fiscalía no ha encontrado "ninguna conexión" con grupos extremistas internacionales, añadió Bouvard.

El diario suizo Tages Anzeiger había indicado antes que la investigación se centraba en el nuevo predicador del templo, procedente de Somalia, y no de Etiopia. En el pasado, señaló el diario, varios jóvenes que frecuentaban la mezquita se sumaron después al grupo Estado Islámico en Siria e Irak.

No fue posible contactar en un primer momento con un portavoz de la fiscalía de Zúrich,

Ante la oleada de ataques extremistas en Europa en los últimos años, las autoridades suizas han redoblado sus controles y vigilancia sobre supuestos milicianos que puedan provocar violencia.

El servicio suizo de inteligencia estima que 77 personas "motivadas por la yihad" han salido de Suiza para viajar a zonas de conflicto desde 2001. De ellos, más de cuatro de cada cinco fueron a Irak y Siria. Se cree que 21 de las personas que abandonaron Suiza han muerta, mientras que las demás siguen activas en zonas de conflicto o han regresado a Suiza.

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Kirsten Grieshaber contribuyó a este despacho desde Berlín.