Dirigente: fútbol colombiano, en la mira de red de apuestas
Presidente de Comisión Arbitral en Colombia revela que una red de apostadores se acercó a un árbitro para solicitar su colaboración
El presidente de la Comisión Arbitral del fútbol colombiano reveló que supuestos integrantes de una red de apuestas se aproximaron recientemente a un silbante para solicitarle su colaboración, un tema delicado en un país con un pasado de escándalos en la materia.
Jorge Armando Otálora, quien encabeza la Comisión Arbitral de la liga profesional Dimayor, divulgó el caso en momentos en que han surgido cuestionamientos a las decisiones de algunos jueces de los partidos del torneo Clausura de la primera división.
"Hace unos cuatro o seis meses, algunas personas se acercaron a un árbitro y le dijeron que si quería participar en esa red de apuestas... El juez le informó del tema a la Comisión... Esos son los jueces que nosotros necesitamos, son los que nos permiten evitar que ese tema pase a mayores", declaro Otálora en la edición digital del domingo del diario El Tiempo de Bogotá.
Otálora destacó que el árbitro sigue activo. Negó conocer de resultados arreglados y aseguró que en su momento se denunció lo sucedido a las autoridades.
El dirigente mantuvo en reserva el nombre del árbitro.
Entre los escándalos que han estremecido en el pasado el fútbol nacional, figuran asesinatos de jugadores, dirigentes y de un árbitro. Algunos casos fueron atribuidos por las autoridades a narcoapostadores.
En octubre de 1983, el ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla denunció que la mafia había penetrado importantes equipos. Habló de dinero ilícito en el balompié colombiano.
Lara Bonilla fue asesinado por sicarios en Bogotá en abril de 1984.
El árbitro Armando Pérez fue secuestrado en noviembre de 1988 y horas después se le liberó con un mensaje de amenaza de muerte contra los árbitros que tomaran decisiones "torcidas".
Álvaro Ortega, quien se desempeñó como juez de línea en el partido Independiente Medellín-América de Cali en noviembre de 1989 fue asesinado poco después en el centro de Medellín, cuando se dirigía al hotel en compañía del Jesús Díaz, considerado el mejor árbitro colombiano de la época. Díaz salió ileso.
La liga Dimayor y la federación colombiana de fútbol, en medio de presiones del gobierno, cancelaron la parte final del torneo de ese año.
El zaguero Andrés Escobar fue asesinado en Medellín a la salida de una discoteca en una madrugada de julio de 1994. Poco antes había regresado de Estados Unidos donde hizo parte de la selección de Colombia en el Mundial. Escobar, una de las estrellas de la época, hizo un autogol en el partido que Colombia perdió 2-1 contra el anfitrión para quedar eliminada del torneo.
Narcoapostadores presuntamente afectados por la infortunada jugada de Escobar, fueron señalados en su momento como los instigadores de su muerte.