UEFA: Ceferin habla de su retos y se defiende de críticas
UEFA: Ceferin habla de su retos al mando del fútbol europeo y se defiende de críticas
Cuando entra a las oficinas de la sede de la UEFA, Aleksander Ceferin todavía se asombra cuando los empleados se levantan de sus sillas para saludarles. No es fácil acabar con la veneración que se le tenía a Michel Platini en los corrillos del fútbol europeo.
"No pretendo ser un rey aquí", dijo Ceferin al iniciar una entrevista con The Associated Press en el complejo de la UEFA, al borde del lago Lemán.
Mientras Platini fue de los grandes futbolistas de su época, campeón con Francia y Juventus antes de iniciar su trayectoria como dirigente, el grueso de la experiencia profesional de Ceferin ha sido en su práctica de abogado penalista. Como un principiante en las esferas de poder del deporte asumió las riendas de la federación de Eslovenia recién en 2011 Ceferin no es tratado con la misma reverencia que se le daba a Platini.
"Como abogado uno aprende (a negociar), se los puedo garantizar. He tenido 15.000 clientes en mi carrera", dijo Ceferin. "Represento a la organización deportiva más grande y tenemos algo de poder".
Ceferin, de 49 años, emergió casi de la nada para asumir las riendas de la confederación que monta dos de los grandes torneos del fútbol mundial: la Liga de Campeones y la Eurocopa. El amplio triunfo de Ceferin en las elecciones de la UEFA el mes pasado fue el más reciente giro en el fútbol mundial, donde los poderes de siempre se han visto sacudidos por investigaciones por corrupción.
Una redada de la policía suiza a la sede de la FIFA en septiembre de 2015 fue lo que allanó el camino al ascenso de Ceferin.
Se destapó un pago inapropiado de 2 millones de francos suizos (2 millones de dólares) de la FIFA a Platini en 2011, lo que derivó que le suspendieran por cuatro años de toda actividad en el fútbol. La intención de Platini de convertirse en el sucesor de Joseph Blatter como presidente de la FIFA en febrero quedó frustrada, y el secretario general Gianni Infantino apareció en escena para ser elegido en su lugar.
Aunque Michael van Praag, como vicepresidente de la UEFA y ex candidato a la presidencia de la FIFA, asomaba como favorito para reemplazar a Platini como mandamás europeo, el respaldo del holandés se fue inclinando hacia Ceferin.
"Era ahora o nunca", dijo Ceferin. "Todas las cosas nefastas que han pasado en el fútbol, de cierta forma ayudaron a mi candidatura porque la gente no quería ver a los rostros del poder establecido. Querían un cambio. Y esa es una responsabilidad para mí".
Pero los cuestionamientos sobre la honradez de Ceferin han eclipsado las primeras semanas de su gestión. Debió salir a defender el desembolso de un préstamo de 4 millones de euros, de la UEFA a su federación, antes de que se postulase a la presidencia.
"Fue lo más limpio posible", dijo. "Me esperaba algunas picaduras de mosquito, ya que varios de los viejos quedaron decepcionados cuando gané las elecciones".
El mandato de Ceferin es abrumador: obtuvo los apoyos de 42 de las 55 federaciones de la UEFA.
"Con semejante clase de respaldo, la decepción será enorme si no haces nada", dijo. "Tengo que usarlo".
Pero Ceferin está determinado en darle una sacudida al sistema. Pretende imponer límites a los mandatos de los principales dirigentes. El ejemplo a seguir es el la FIFA, donde los miembros del Consejo Ejecutivo no podrán exceder más allá de tres periodos de cuatro años.
Ceferin quiere inyectar "sangre joven" en el comité ejecutivo y solo con candidatos con posiciones de liderazgo en sus federaciones.
Cuatro de los representantes de la UEFA en el Consejo de la FIFA aspiran a la reelección en abril. Los dos que llevan más tiempo, el belga Michel D'Hooghe (29 años) y el turco Senes Erzik (21 años) anunciaron que se retiran. El chipriota Marios Lefkaritis y el viceprimer ministro ruso Vitaly Mutko llevan 10 y ocho años en sus puestos, respectivamente.
"Cuando pasas 15 y 20 años ahí te duermes, estás pensando en tus limusinas y las suites (de hotel)", señaló Ceferin. "Lo peor es que al final piensas que eres el amo de la organización y que no le rindes cuentas a nadie".
Sobre los peligros que el fútbol afronta en Europa, Ceferin apuntó al racismo. Pese a las campañas de la UEFA, los incidentes persisten.
"El problema es que solo nos limitamos a castigar a la federación (o al club) y cobramos el dinero", dijo Ceferin. "Al mismo tiempo tenemos que educar a la gente".
Ceferin manifestó que reaccionó "sorprendido" cuando la FIFA decidió el mes pasado abolir su grupo de tareas contra el racismo, y reconoció que Europa se "está poniendo muy peligrosa".
"Europa no es muy segura. No hablo de solo posibles atentados terroristas, sino de extremistas de derecha, de toda clase de extremistas. Ya lo vieron en la Eurocopa en Francia. Hay que trabajar en eso", dijo.
Salvaguardar la credibilidad de los partidos es un reto más complejo.
"Tenemos que combatir el arreglo de partidos con más agresividad porque no hemos hecho lo suficiente", dijo Ceferin. "El amaño de partidos está matando al fútbol. El sistema de advertencias no alcanza. Tenemos que trabajar con la policía en Europa, actuar junto a ellos".