¡Sin Messi, Sin gloria!
Cuando hablamos de La Argentina con Messi, nos estamos refiriendo a un equipo que genera miedo al momento de tan solo saber que tocará enfrentarla. No es mera casualidad que con Lio dentro del rol titular, las sensaciones de juego que deja la 'albiceleste' son más que satisfactorias, y por supuesto remitiéndonos a los hechos, tres finales consecutivas son más que obvias para tener en claro que sin Lionel, una aspiración alta es lo que menos pasa por la cabeza de un argentino.
Pero no solamente son pensamientos críticos que deja la ausencia del astro del Barça, sino también, resultados que se han ido dando, que invocan a una oración divina a partir de ahora, en petición de que en cada partido de Argentina, Messi llegue sin siquiera un resfriado. Como estadística, la selección gaucha ha jugado en todo lo que va de las eliminatorias sudamericanas 6 partidos sin Lionel, sin mencionar el del próximo martes 11 de octubre frente a los paraguayos. En los cuales, apenas ha logrado 7 puntos de 18 posibles. Mientras que con la presencia de la 'pulga', Argentina en 3 juegos, de 9 puntos posibles los consiguió todos. Pero tras todo este contexto matemático que refleja la pobreza en unidades en la tabla de posiciones de las eliminatorias para Argentina, también se encuentra la parte futbolística, en donde el nivel de la 'albiceleste' se ha mermado inmensamente por la falta del 'mejor jugador del mundo'.
No hay buen inicio de jugadas ofensivas, no hay control de fútbol en el área rival, no hay dinamismo en el ataque argentino y mucho menos gol. Las variantes que en diferentes momentos han probado los entrenadores de la celeste (Martino y ahora Bauza) no han sido retribuyentes a la confianza de los técnicos. Ni Correa, ni Gaitán, ni ahora Dybala, han logrado siquiera darle una movilidad distinta al ataque gaucho, por lo que la ausencia de Messi, se hace sentir cada vez más fuerte. La Messi-dependencia en la Argentina es enorme, por lo que en mi opinión,
¡Sin Lio no hay fútbol! ¡Sin Lio no hay mundial! !Sin Lio no hay Gloria!