CNDH critica a México tras hallazgo de fosa común irregular
Los 119 cadáveres enterrados en fosa común son indicio de que México debe establecer protocolos bajo estándares internacionales para manejar restos de personas, afirma CNDH
Los 119 cadáveres enterrados irregularmente en una fosa común del centro del país son el indicio más reciente de que México debe establecer protocolos unificados y basados en los estándares internacionales para manejar restos de personas, afirmó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
El investigador Enrique Guadarrama López dijo el jueves que los cadáveres fueron inhumados incorrectamente en dos fosas también irregulares de la localidad de Tetelcingo, en el estado de Morelos vecino de la capital mexicana_, sin apego a los protocolos establecidos y sin que en la mayoría de los casos se realizaran acciones para conocer las causas de muerte o se identificara a las víctimas.
De hecho, solo 21 de las 119 personas enterradas en esas fosas han sido identificadas por su nombre, y la identificación del resto se complicará por el indebido manejo de los cuerpos y la falta de condiciones adecuadas durante su inhumación y posterior exhumación, explicó el investigador.
Además, en 44 de los casos, los fallecimientos parecen haber sido con violencia pero no fueron investigados adecuadamente. Y hubo tres casos que los familiares identificaron cadáveres que de todas formas fueron colocados por las autoridades en la fosa común.
"Los restos mortales de todas las personas merecen ser tratados con respeto, y las circunstancias y condiciones de su fallecimiento deben ser determinadas por la autoridad, quien tiene la obligación de actuar para esclarecer los hechos cuando se presuma la existencia de un ilícito", declaró Guadarrama.
Por todo esto, la Comisión pidió que además de establecer protocolos para el manejo de restos humanos se debe recabar información de los terrenos que son utilizados como cementerios irregulares.
Asimismo reiteró la urgencia de un banco genético nacional para avanzar en el esclarecimiento de los múltiples casos de desaparición que existen en el país.
La Procuraduría del Estado de Morelos enterró los 119 cadáveres en esa fosa en marzo de 2014. Dos cuerpos fueron exhumados en diciembre de ese año y fue entonces cuando se hizo público que había muchos más cadáveres en ese lugar. Los 117 restantes fueron exhumados en junio de 2016 luego que familiares de víctimas y la Universidad Autónoma de Morelos presionaran a las autoridades durante meses. Sólo cerca de la mitad de los cuerpos tenían etiquetas legibles que permitían identificarlos de acuerdo con los archivos del caso.
Pero además de la fosa de Tetelcingo, se ha constatado la existencia de otro enterramiento similar en la localidad de Jojutla.
Según indicó el jueves el fiscal de Morelos, Javier Pérez, en entrevista con Radio Fórmula, se cree que esa segunda fosa está en "las mismas condiciones" que la de Tetelcingo, por lo que adelantó que se tendrán en cuenta todas las recomendaciones emitidas por la Comisión de Derechos Humanos.
Pérez confirmó que los trabajos de exhumación en Jojutla comenzarán noviembre.
El hallazgo de la fosa de Tetelcingo llevó a activistas como el poeta Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad a denunciar que el gobierno de Morelos estaba enterrando a sus muertos de la misma forma que lo hacía el crimen organizado.