El vuelo del Tecolote
El pasado martes María Katzarava ofreció un recital acompañada del pianista Ángel Rodríguez y la soprano mexicana Ana Gabriella Schwedhelm en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes en el que abordaron temas de ópera italiana y francesa, zarzuela y "canciones negras", para cerrar con música de María Greever y Alfonso Esparza Oteo. Todo esto en beneficio del Centro Cultural El Tecolote, en Arcelia del Progreso, Guerrero.
La primera mitad del programa se desarrolló entre Fausto, Turandot, Tosca, Così fan tutte, Vespri Siciliani y Madama Butterfly intermitentes de Katzarava y Schwedhelm, quienes sorprendieron y cautivaron a propios y extraños envolviéndolos en un refinado y abrazador aire. La doble ganadora de Operalia 2008 mostró un completo dominio escénico, conocimiento profundo del repertorio y una trabajada pronunciación del francés y el italiano que le mereció el aplauso abrazador de un público agradecido, lo mismo que a la solista de la Pasinger Fabrik que se apropió de cada rincón del escenario con una voz dulce, ligera pero no por ello menos presente y siempre armoniosa.
Del trabajo de Ángel Rodriguez es conocida la excelencia. La comunicación entre él, el piano y las solistas creó una atmósfera que hacía imposible desviar la atención del escenario. El estudio concienzudo es sin lugar a dudas la mejor manera de hacer las cosas bien, y el ensamble de anoche dio muestras de ello. Si hay alguien talentoso para acompañar cantantes de una manera tan bella y delicada, ese es indudablemente el recitalista de figuras como Javier Camarena y Rolando Villazón.
Luego del intermedio llegaron los temas aragoneses, en los que Katzarava lució una vez más su dominio lingüístico con seseos limpios y tan claros como su expresión corporal en Las Carceleras de Las hijas del Zebedeo. El bloque fue abierto con la "Canción de Paloma" por Ana Gabriella, quien introdujo al público en el ensueño con la Canción de cuna para dormir a un negrito y el Canto Negro de Xavier Montsalvatge. Siguiendo con "Despedida" y "Dime que si" en voz de la soprano de ascendencia georgiana, el trío se reunió en el escenario para deleitar a los oyentes con Júrame de María Greever, regalando 3 encores que incluyeron el Andariego de Álvaro Carrillo.
Un poco antes del final María Katzarava llamó a escena a un representante de El Tecolote, quien muy a su estilo y con un profundo orgullo de sus raíces nos convidó de su cultura y la forma en que este Centro Cultural aborda la difusión y experiencia vivencial que pretende arrancar a las y los jóvenes de las manos de las actividades delictivas en uno de los municipios más marginados del estado de Guerrero. Luego de acabada la música al interior del Auditorio, en el Lobby se desarrolló un banquete muy peculiar: mezcal y queso de rancho para los asistente que observaban una presentación de un grupo artístico invitado que interpretó sones llenos de pasión y entrega, muestra de talento y esfuerzo.
Con este recital lleno de magia y emociones, elaborado con un programa maravillosamente definido, más que fondos se congregaron nuevas voluntades en favor del Centro Cultural El Tecolote que, en palabras Enid Negrete, presidenta de su patronato, es "la familia que acoge a todos los jóvenes de Arcelia del Progreso y el lugar donde aprenden a respetar la vida. Es un grupo de amigos que ayuda a crecer a cada integrante, es lo que deberíamos tener en cada pueblo y en cada ciudad si queremos ser personas que saben quiénes son y a dónde quieren ir. Con lugares como este seremos el país que merecemos ser".
Palabras sabias, llenas de conciencia.