Turquía suspende a 12.800 agentes de policía
Turquía suspende a 12.800 policías por sus supuestos vínculos con Fethullah Gulen, acusado por Ankara de incitar el golpe del 15-J
Autoridades turcas suspendieron el martes a unos 12.800 agentes de policía de sus labores por sus supuestos vínculos con el clérigo musulmán asentado en Estados Unidos Fethullah Gulen, mientras Ankara aumenta su amplia represión contra el movimiento la que acusa de estar detrás del fallido golpe de estado del 15 de julio.
Los suspendidos estaban supuestamente "en cohesión o conectados" con el movimiento de Gulen, dijo dirección de la policía turca en un breve comunicado publicado en su cibersitio. De ellos, 2.523 eran jefes de policía.
La decisión se produce un día después de que el gobierno amplió tres meses más el estado de excepción declarado tras al intento de alzamiento. Esto facilitó la masiva represión gubernamental contra el movimiento de Gulen.
Decenas de miles de personas fueron cesadas o suspendidas de puestos gubernamentales, incluyendo en el ejército, la policía, la judicatura o la educación. Unas 32.000 personas fueron detenidas por supuesta vinculación con el golpe fallido, entre ellas docenas de periodistas que trabajaban en medios ligados a Gulen.
Las autoridades cerraron escuelas, asociaciones de ayuda, fundaciones e incluso centros médicos relacionados con el movimiento y apuntan a los administradores de los negocios que tienen que ver con Gulen.
El principal grupo de la oposición del país y grupos de derechos humanos han acusado a Ankara de utilizar los poderes de emergencia para reprimir todas las voces disidentes, no solo las del movimiento de Gulen.
El estado de emergencia permitió al gobierno regular a través de decretos, evitando a menudo la aprobación parlamentaria. La semana pasada, las autoridades cerraron al menos 12 televisoras turcas por supuestas amenazas a la seguridad nacional, incluyendo una que emitía caricaturas para niños en curdo.
Gulen, que vive en un exilio autoimpuesto en el estado estadounidense de Pennsylvania, niega su vinculación con la intentona golpista que dejó al menos 270 muertos.
Turquía, por su parte, quiere que regrese al país para ser juzgado por conspiración para derrocar al gobierno y pidió que sea detenido hasta que los tribunales estadounidenses decidan sobre su extradición.
Ankara recibió inteligencia que apuntaba que Gulen estaría buscando un tercer país para escapar en caso de que Estados Unidos decida extraditarlo, dijo el ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, a periodistas el martes.
"Está buscando lugares para escapar en vista de la posibilidad de que Estados Unidos pueda devolverlo", anunció Bozdag. "Tenemos inteligencia de que (los seguidores de Gulen) están buscando un país o lugar adecuado".
Una información publicada en el diario Hurriyet el martes dijo que los países son Brasil, Bélgica y Canadá.