El Real Madrid de Zinedine Zidane encadena cuatro empates (Las Palmas, Villarreal, Borussia y Eibar) y las alarmas se han encendido en un equipo al que le falta consistencia en el juego.
Estos resultados han coincidido con la ausencia de Casemiro, es el único jugador del conjunto blanco con un 100% de victorias esta temporada. El porcentaje de victorias sin el futbolista brasileño baja considerablemente. Con Casemiro el Real Madrid suma un 82% (39 jugados, 32 ganados) de victorias y sin Casemiro (21 jugados, 11 ganados) un 52%.
Es un tanto paradójico ver a uno de los futbolistas más elegantes que se conocen buscar personalidad a través de la garra a falta de distinción en el juego
Zidane tiene los números de su parte para hablar de que lo que falta es agresividad sin el futbolista más combativo en el terreno de juego. "¿Le falta juego a este equipo?", le preguntaron al técnico francés. "No creo que falte juego. Nos falta más intensidad y agresividad en los duelos, en los balones divididos", respondió Zidane. Y es que el técnico francés no está nada contento con la actuación de Florentino en el mercado de fichajes, quería más músculo para que Casemiro al menos tuviera un sustituto, o apostar decididamente por Pogba.
El equipo de Zidane ha conseguido títulos pero no tiene un estilo definido, algo de lo que adolece, y parece no mostrar el más mínimo interés para remediarlo. Es un tanto paradójico ver a uno de los futbolistas más elegantes que se conocen buscar personalidad a través de la garra a falta de distinción en el juego.
En el fútbol actual prima el cortoplacismo. Los entrenadores viven bajo el yugo del resultado y muchos por seguir estando dejan de ser. A parte de la vuelta de Álvaro Morata, el gran fichaje de esta temporada por parte del Real Madrid ha sido el preparador físico Antonio Pintus.
El club merengue apostó por su metodología de trabajo para la parcela física. Como si el fútbol fuera una ciencia los jugadores del conjunto madridista han escuchado durante la pretemporada la palabra intensidad con asiduidad, han trabajado duro, han corrido 2.000 metros y se han habituado mucho a la cantidad con cargas. Sin embargo, se han olvidado de lo más importante: el juego y la definición de un estilo.
A pesar de conquistar la undécima al proyecto Zidane le falta todavía hondura. Muy pocos argumentos futbolísticos lo sostienen y por eso se habla de garra, intensidad, agresividad. Aspectos que se glorifican desde la prensa y en los platós para no hablar de que este Real Madrid todavía no ha desarrollado su idea central en el juego a través de unas convicciones firmes. Zidane llegó y siguió el camino trazado por Benítez. Y le salió bien en términos de resultados. Pero sin ellos, el Real Madrid anda a la deriva en busca de una identidad.
El equipo madridista sin Modric no elaboró una sola jugada ante el Eibar. Los merengues estuvieron muy lentos en la elaboración del juego y acabaron colgando balones al área por desesperación. La misma que tiene Cristiano Ronaldo cuando se encuentra lejos del área y se convierte en un futbolista menos trascendente.
La esencia del Real Madrid de Zidane ha sido el resultado. Las cabezas de los que hablan de agresividad embisten y no piensan que la verdadera agresividad es la construcción de un estilo definido con fidelidad para dominar los partidos y no solo el marcador.