Futbolistas y Cantantes son Gobernantes
Con aquello de la popularidad de artista, aún ni la mayor potencia económica del mundo se liberó de tener a un carismático actor como presidente. Sí, hablo de Ronald Reagan en EE.UU. Seguramente es familiar a muchos, y aún más familiar es haber tenido en nuestros propios países como representantes, a más de un artista elegido en asambleas, cámaras de los congresos, parlamentos: futbolistas, actores, cantantes, y hasta bajistas, todos ellos, sin conocimiento ni sociológico, ni politológico. ¿Cómo es posible que los Showman sean habilitados para ejercer cargos públicos?
Cada consejo electoral de su respectivo país debería exigir títulos que avalen estudios y méritos, en relación de los postulantes, con una carrera en sociología y politología, o gobernanza pública al menos. Sino cabe recordar las políticas excéntricas, las propuestas atávicas, los garrafales errores cometidos por los "artistas" de la política. El mismo Reagan y su escandalosa Reaganomics, sus propuestas inconsecuentes, su traición patria y venta de armas a iraníes, los escandalosos excesos en derroche, en una época donde EE.UU. vivía sumida en crisis.
Por otra parte, no es para nada raro hallar un empresario rechazar solicitud de empleo a un sujeto que no cumpla con requerimientos de cargo, ¿Por qué no empezar por rechazar campañas políticas completas, por falta de capacitación? ¿Por la democracia? Democracia es una palabra empleada por muchos de quienes gozan sostener una excusa propia para eludir su mediocridad libertina, sin duda, sí existen gobiernos que deberían ser desmenuzados antes siquiera de postularse al poder. Un gobierno, en realidad, debería tender a una descentralización total de la sociedad, a tal punto que sea imposible a cualquier artista, mago, cirquero, astro del fútbol, o a quien sea, tener siquiera una oportunidad de asumir tantas decisiones que no le competen.
Donald Trump ahora arremete, éste nuevo Showman escandaliza sus medios de prensa lanzando significantes vacíos hacia las masas, es decir, frases que no significan algo argumentado, frases estructuradas como postulados sobre ficciones encubiertas como que fueran verdades irreductibles . BIen decía Jacques Lacan, que la verdad posee estructura de ficción. ¿Acaso una campaña de éste talante no lo demuestra? Sigamos de cerca procesos políticos mundiales, y seremos testigos de un gran malentendido.