El papa elogia la tolerancia religiosa en Azerbaiyán
El papa Francisco elogia a Azerbaiyán como un modelo para un mundo dividido por el extremismo violento
El papa Francisco elogió el domingo a Azerbaiyán como un modelo para un mundo dividido por el extremismo violento, al tiempo que soslayó las críticas al gobierno de ese país a fin de fomentar la tolerancia religiosa en una región a menudo conflictiva donde los católicos son minoría.
El pontífice evitó mencionar de manera directa las críticas de Occidente contra las presuntas violaciones a los derechos humanos en Azerbaiyán y contra un reciente referendo gubernamental en el que se ampliaron los poderes y el periodo del presidente en el cargo.
Francisco pronunció un discurso ante una reunión de líderes musulmanes, judíos y cristianos ortodoxos en la principal mezquita en Azerbaiyán antes de que regresara a Roma al término de una gira que efectuó el fin de semana por el Cáucaso. El papa hizo su primera escala en Georgia.
"Desde este lugar altamente simbólico, un grito sincero se eleva una vez más: ¡No más violencia en nombre de Dios!", declaró Francisco. "Que su santísimo nombre sea venerado, no profanado ni canjeado como una mercancía a través de las formas del odio y la oposición entre los humanos".
Durante su permanencia de 10 horas en la capital azerí, Bakú, Francisco festejó la existencia de una de las comunidades católicas más pequeñas del mundo y las buenas relaciones que tiene con la mayoría islámica chií de Azerbaiyán y con la comunidad judía, la cristiana ortodoxa y otras minorías religiosas.
Existen sólo unos 300 católicos azeríes en Azerbaiyán, aunque la comunidad también incluye a varios miles de extranjeros.
"Estas buenas relaciones tienen gran importancia para la coexistencia pacífica y para la paz en el mundo", declaró el pontífice ante el presidente Ilham Aliyev y otros funcionarios. "Demuestran que entre los creyentes de las diversas confesiones religiosas son posibles las relaciones cordiales, respetuosas y de cooperación para el bien común".
En un hecho que realzó las palabras del papa Francisco, éste celebró una misa en la nueva iglesia católica de Bakú, construida con asistencia financiera de musulmanes y judíos, según los sacerdotes salesianos que dirigen el lugar.
El gobierno azerí donó el terreno para el templo en las afueras de la capital después de la visita de San Juan Pablo II en 2002, pero fue necesaria la asistencia de personas no cristianas para construirla.
"¡Tengan valor! ¡Continúen sin temor! ¡Adelante!", afirmó Francisco en su exhorto a los 400 fieles católicos reunidos dentro de la iglesia y a otros 450 que estaban sentados en el patio exterior.
Al término de la misa, seis sacerdotes salesianos que dan servicio a los católicos azerbaiyanos obsequiaron a Francisco una alfombra tejida a mano que tenía las imágenes de la iglesia y la Torre de la Doncella, un bastión del siglo XII en la ciudad antigua amurallada de Bakú que posiblemente sea el lugar más distintivo de Azerbaiyán. Este país es famoso por sus magníficas alfombras.
"No puedo contener mi alegría sin límite", dijo la feligrés Eva Agalarova, de 61 años, sobre la visita de Francisco.
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Nicole Winfield está en Twitter como: www.twitter.com/nwinfield