Los Ángeles: Piden detalles sobre muerte en tiroteo policial
Reclaman a la policía de Los Ángeles que identifique a los agentes implicados en tiroteo en el que murió un joven negro
Varios activistas reclamaron el domingo a la policía de Los Ángeles que identificara a los agentes implicados en el tiroteo en el que murió un joven negro de 18 años cerca de su casa, y pidieron una investigación rápida y transparente.
"No queremos que se tape", afirmó Earl Ofari Hutchinson, de la Los Angeles Urban Policy Roundtable, tras una reunión con la familia de Carnell Snell Jr. "Tenemos una familia que está de luto. Tenemos una comunidad que está de luto".
La persecución comenzó alrededor de la 1 de la tarde del sábado cuando los agentes vieron un auto que circulaba con placas de papel, pensaron que podría ser robado y el conductor rehusó detenerse, indicó la policía. El pasajero corrió hacia la parte de atrás de una casa, donde fue abatido. El conductor escapó.
La oficina del forense del condado Los Ángeles confirmó el domingo la identidad del fallecido. Su familia vive en otra casa en la parte frontal de la propiedad donde se produjo la balacera. Una puerta trasera en el lugar quedó agujereada por seis agujeros de bala.
La policía ha dado poca información sobre el caso, salvo para indicar que se encontró un arma corta en el lugar. No estaba claro si Snell la portaba.
Los investigadores reunirán pruebas sobre el suceso para determinar si era necesario emplear fuerza letal y la fiscalía del distrito estudiará si se presentan cargos penales, señaló la policía en un comunicado.
Snell se convirtió en el tercer hombre negro en cinco días que muere en una confrontación con la policía en el sur de California.
El martes, Alfred Olango fue muerto a tiros por un agente en El Cajon, suburbio de San Diego, lo que suscitó tres días de protestas airadas y a veces violentas.
Olango fue baleado cuando adoptó una "postura de disparó" y apuntó contra un agente con lo que resultó ser un vaporizador electrónico de 10 centímetros (cuatro pulgadas) de largo.
El viernes, Reginald Thomas murió después de que la policía lo sometiera con un Taser en Pasadena. Thomas estaba armado con un cuchillo y su esposa dijo que sufría una enfermedad mental. El hermano del fallecido había dicho a una persona que atendía llamadas al número de emergencias 911 que Thomas estaba drogado y tenía un historial de violencia.