Quien te ama creerá en ti, incluso cuando tu hayas dejado de hacerlo...
Muchos podrían afirmar que nadie necesita de otra persona y esto puede ser cierto desde muchos puntos de vista, pero cómo ayuda esa mano de alguien que nos ama para salir de situaciones, que muchas veces ni siquiera sabemos cómo hemos llegado a ellas.
Uno de los peores momentos que podemos atravesar ocurre cuando perdemos la confianza en nosotros mismos, cuando nos desligamos de nuestro centro, cuando no nos sentimos capaces de levantarnos o sencillamente cuando nos sentimos limitados para enfrentar la vida.
En estos momentos el miedo se puede apoderar de nosotros, la desconfianza en que obtendremos buenos resultados y la mirada desde el pesimismo puede hacerse presente y nada peor que una mente creativa activada de forma negativa para convencernos de que la vida nos ha quedado grande.
Muchas veces logramos reencontrarnos con nosotros mismos contando con los recursos que cada uno lleva dentro, logramos darnos cuenta de que ese valor, esa confianza, esa fuerza, esa fe, provienen justamente de nuestro interior. Sin embargo, en otras oportunidades, podemos afortunadamente contar con personas que nos ayuden a posicionarnos nuevamente a través de su amor.
Ese amor viene representado en este caso por la confianza que pueden depositar en nosotros, aun cuando nosotros no la tengamos en un momento determinado. Estas personas pueden ayudar a levantarnos, pueden hacernos ver todo lo que hemos conseguido anteriormente, pueden hacernos evidentes nuestras fortalezas y hacer que recuperemos esa fuerza que nos permite comernos al mundo de ser preciso, la confianza en nosotros mismos.
La vida tiene formas de mostrarnos qué tan injusta, dura o dolorosa puede ser, pero también puede hacernos notar su lado más amable, donde podemos sentir a nuestro alrededor justo a las personas que necesitamos para salir de una situación de crisis, para devolvernos las esperanzas y sobre todo para ayudarnos a colocar los cristales adecuados para mirar la vida.
La mayoría de las veces no se trata de lo que afrontemos, sino cómo lo vemos, podemos ser tan infelices o tan felices como queramos, lo cual resulta maravilloso cuando nos vamos por el mejor camino, pero totalmente contraproducente si nos vamos por el camino de la infelicidad, sí, puede ser que no seamos conscientes de que lo estamos eligiendo, pero es nuestra actitud la que nos lleva por él.
Si tienes personas que te aman, que confían en ti, que te valoran, inclusive cuando tú no lo estás haciendo, ya por allí tienes muchas razones por las cuales agradecerle a la vida, el amor mueve al mundo y debemos sujetarnos de él cuando perdemos fuerzas, procurando nutrirnos del que recibimos, para poco a poco recuperar el más importante el amor por nosotros mismos... lo demás viene por añadidura.