España: Felipe González aviva crisis del partido socialista

El expresidente socialista Felipe González dijo el miércoles que se siente "engañado" por el líder actual de los socialistas españoles, Pedro Sánchez por no poner fin a nueve meses de estancamiento político.

González dijo a la radio Cadena SER que el actual secretario general del PSOE le había dicho en privado después de las elecciones de junio que aceptaría estar en la oposición y se abstendría en un voto de confianza parlamentario para permitirle al presidente interino conservador Mariano Rajoy formar gobierno en minoría. Pero finalmente, Sánchez y los socialistas votaron contra Rajoy en dos votos de investidura.

Las declaraciones de González alimentarán sin duda el conflicto interno en el partido socialista sobre el liderazgo de Sánchez, unos días antes de una importante reunión del comité federal del grupo.

Miembros destacados del partido han criticado a Sánchez después de que los socialistas registraran este año los peores resultados de su historia en elecciones nacionales y regionales. También afirman que su insistencia en bloquear a Rajoy es perjudicial para el partido socialista y para el país.

Rajoy preside un gobierno interino tras dos elecciones, en diciembre y junio, que no arrojaron resultados definitivos. Su partido ganó en ambas, pero sin obtener la mayoría suficiente para formar gobierno.

España nunca ha tenido un gobierno de coalición y los partidos tradicionales no están habituados a negociar con la oposición.

Los socialistas, que han presidido la mayoría de los gobiernos desde la restauración democrática de 1978, obtuvieron apenas 85 bancas en el parlamento de 350 en las elecciones de junio, el peor resultado de su historia.

Sánchez dijo el miércoles que respetaba la opinión de González, pero que la posición contra Rajoy había sido aprobada por el comité federal.

El comité en su reunión del sábado próximo propondrá convocar a elecciones para la conducción partidaria en octubre, en lo que se considera un abierto desafío de Sánchez a sus detractores.

Si el Congreso no elige gobierno antes del 31 de octubre, el país irá a elecciones por tercera vez en un año, un hecho sin precedentes.