Iglesia de México denuncia difamación de curas asesinados
Iglesia Católica de México denuncia campaña para ensuciar la imagen de tres curas asesinados
La Iglesia Católica de México denunció el lunes una campaña de difamación para ensuciar la imagen de tres sacerdotes asesinados la semana pasada y a quienes les habían atribuido conductas cuestionables.
"Exigimos que no se manche el nombre de ningún sacerdote, ni de ninguna persona, sobre todo cuando no se tienen concluidas las investigaciones", dijo la Conferencia Episcopal Mexicana en un comunicado.
Dos sacerdotes fueron asesinados en el estado de Veracruz, en el golfo de México, y días después se encontró el cadáver de un tercer religioso en el estado occidental de Michoacán con un disparo.
La fiscalía veracruzana dijo que los dos curas muertos en la localidad de Poza Rica habían estado bebiendo alcohol con sus presuntos atacantes y un periódico local publicó una foto sugiriendo que el tercer sacerdote había sido visto por última vez en un hotel en compañía de un menor.
El portavoz de la arquidiócesis de Ciudad de México, Hugo Valdemar Romero, denunció la gravedad de estas acusaciones porque "al hecho de haber sido víctimas de la delincuencia ahora son víctimas de los gobiernos que no aceptan su propia responsabilidad en el combate al crimen organizado".
"A la muerte física se añade la muerte moral, exponer a los sacerdotes al oprobio y manchar su nombre, lo cual nos tiene profundamente indignados en la Iglesia", dijo en declaraciones a The Associated Press.
A juicio del portavoz, como los gobiernos estatales "no pueden con las situaciones del crimen organizado entonces criminalizan a las víctimas, los ponen a unos como borrachos y al otro como pedófilo, como dando a entender que los crímenes no son por el crimen organizado sino por situaciones de su conducta inmoral, lo cual ha quedado demostrado que no es así".
Medios de Michoacán informaron que una mujer había declarado que quienes aparecían en la fotografía eran en realidad su marido y su hijo. La fiscalía no hizo comentarios inmediatos al respecto.
El cardenal Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia, dijo en un comunicado que "la difusión de algunas noticias e interpretaciones maliciosas" hizo más dolorosa la situación y por eso es "preferible guardar silencio y esperar, ya que la verdad sale a relucir tarde o temprano".
El sacerdote michoacano fue asesinado pocas horas después de que lo secuestraran y su cuerpo fue abandonado a unos cuantos kilómetros. Sus captores se llevaron su automóvil, una camioneta de la parroquia y algunos otros objetos de valor, explicó el cardenal.
También los dos curas de Veracruz fueron robados y las autoridades han considerado que ese habría sido el móvil del crimen.
La Conferencia Episcopal demandó a las autoridades el esclarecimiento de ambos casos "y la aplicación de la justicia para con los responsables de estos crímenes inexcusables".
Feligreses del pueblo de Veracruz manifestaron dudas sobre la versión oficial de los hechos. Por su parte, Valdemar Romero confió en que las autoridades ofrezcan una disculpa pública.
No está claro si el crimen organizado está directamente involucrado en los asesinatos pero la mayoría de los ataques a religiosos en los últimos años han tenido lugar en regiones con gran presencia de los cárteles.
Además, el cardenal Francisco Robles dijo que sacerdotes del estado de Jalisco han sido objeto de extorsiones, una práctica habitual de los narcotraficantes.
Sin contar los tres muertos de la semana pasada, desde el año 2006 han sido asesinados en México 28 sacerdotes, según el Centro Católico Multimedial que señaló a Veracruz, Guerrero y Michoacán como los estados más peligrosos para los religiosos.
En su informe de 2015 el Departamento de Estado de Estados Unidos había advertido que los curas en México eran "víctimas de intentos de extorsión, de amenazas y de intimidaciones por parte de la delincuencia organizada".
El pedido para que se detengan los ataques contra religiosos llegó también desde el Vaticano, donde el papa Francisco rezó el domingo "por el querido pueblo de México, para que cese la violencia que en los últimos días ha golpeado a varios sacerdotes".