Fumigación se suma a temores en un Miami afectado por zika
Contrarios a la fumigación con pesticidas en South Beach piden a funcionarios métodos alternativos contra el zika
En la única ciudad estadounidense donde se confirmó la presencia de mosquitos que transmiten el virus del zika, algunos residentes dicen que prefieren una de sus picaduras a estar expuestos a los químicos fumigados desde aviones para matar a los insectos.
Ninguna garantía de las autoridades sanitarias calmaría a las alrededor de 200 personas que asistieron a una reunión de la comisión municipal de Miami Beach el miércoles. Criticaron a funcionarios electos y a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) por sus mensajes contradictorios sobre la fumigación aérea en South Beach y su negativa a detallar todas las localizaciones donde se detectaron mosquitos adultos con el virus.
"Al principio dijeron que no se podían hacer fumigaciones aéreas, pero después dijeron que sí", manifestó Sadie Kaplan, una entrenadora de fitness que se marchó de su casa en dos ocasiones para evitar el producto. "Elijan un bando. No cambien".
Algunos argumentan que los efectos del zika en la mayoría de las personas, que sufren síntomas parecidos a los de una gripe, no justifican el uso de pesticidas agresivos, e incluso abuchearon a un médico que presentó pruebas de la relación entre el virus y el nacimiento de bebés con malformaciones congénitas ante los representantes de la ciudad.
"Yo no quiero ser rociado con pesticidas por lo que creo que es un engaño", señaló Kiro Ace, un diseñador gráfico que iba sin camiseta pero portaba una máscara de gas durante una protesta en la que coreaba "¡Si van a fumigar, queremos opinar!".
En el centro de la polémica está el uso de naled, un insecticida empleado en el país desde la década de 1950 para controlar las poblaciones de mosquitos. Actualmente se utiliza en Miami Beach en niveles considerados seguros por el CDC y la Agencia de Protección de Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés). Está prohibido para uso particular en viviendas, pero la EPA dice que no hay pruebas de que provoque cáncer.
Según un documento informativo de la agencia, las personas que se exponen a altas concentraciones de naled pueden experimentar náuseas, mareos y confusión. En concentraciones extremadamente altas, el producto puede ser letal. La Red de Control de Envenenamientos de Florida recibió diez llamadas relacionadas con el naled desde el pasado 1 de agosto, pero no se confirmó ninguna exposición al pesticida o enfermedad, dijo la portavoz del Departamento de Salud de Florida, Mara Gambineri, en un correo electrónico.
No todos en la comunidad están de acuerdo con descartar el uso del naled.
Christine Curry, ginecóloga de la Universidad de Miami que atiende a varias mujeres infectadas de zika en la zona afectada, recordó a los escépticos asistentes a la reunión que existe un riesgo potencial para la salud.
"Hay cuatro mujeres con las que he hablado en las últimas semanas que no han salido de Florida y se sospecha que han enfermado en nuestra comunidad", dijo entre abucheos y burlas. "Francamente, no me importa qué compuesto decidimos utilizar o no para controlar el mosquito. Me importa que elijamos una opción con la que la comunidad esté de acuerdo."
Aunque se considera seguro para los seres humanos a los bajos niveles que según las autoridades se utilizan en la lucha contra el zika en Florida, el uso naled puede tener consecuencias medioambientales. Unos dos millones de abejas murieron el mes pasado en South Carolina cuando algunos apicultores no fueron notificados fumigaciones en la zona, señaló el Departamento de Regulación de Pesticidas del estado.