Estereotipos de belleza mexicana
"Esta persona es muy guapa"..."La modelo es muy bonita"..."Tiene una cara angelical"..."Posee un cuerpo espectacular"...Todos estos son comentarios que escuchamos con frecuencia en nuestro día a día, y los cuales generalmente van dirigidos a personas que consideramos que tienen atributos ó características físicas que merecen ser alzadas y mostradas a las demás personas, ya que como sociedad lo consideramos alguno bueno y válido para ser mostrado ¿pero qué pasa cuando alguien no entra dentro de ese esquema? Pues generalmente cae en casos de anorexia, bulimia, baja autoestima o recurrente adicción a las cirugías plásticas.
Como sociedad occidental y además como sociedad mexicana la belleza física parece tener un gran peso para nosotros, si no fuera así no se seguirían vendiendo día con día miles de productos como cremas, cosméticos, tintes o productos para bajar de peso que promueven tener la figura y la apariencia física ideal. Ojo, con esto no estoy diciendo que está mal querer verse y lucir bien, cólo considero que hay que disminuir la importancia que le brindamos en comparación con otros tipos de belleza, como lo es la interna.
¿Pero por qué ese afán de vernos bien? ¿De dónde surge la idea? Bueno, pues todo eso viene de la misma sociedad en la que nos desarrollamos y crecemos. Como sociedad mexicana le damos un gran peso a la imagen, hemos construido estereotipos de belleza de acuerdo a lo que los demás piensan sobre como tenemos que vernos y sobre la imagen que hemos vendido al extranjero con programas y telenovelas donde las protagonistas o imágenes femeninas suelen tener cuerpos espectaculares, cabelleras abundantes y carácter noble y pasivo.
Entonces de acuerdo a esto ¿Cuál es la imagen social que se tiene de una mujer mexicana? Pues ahí les va, la mujer mexicana "supuestamente" tiene que ser: alta, voluptuosa, con grandes caderas pero cintura pequeña, piel morena claro o blanca, cabellera abundante y larga y de preferencia algo ondulada. Definitivamente todas unas modelos, pero ¿realmente todas somos así? No, no lo somos, porque para empezar y esto es lo más importante que debemos de tomar en cuenta, las personas no venimos en moldes predeterminados que nos permitan tener a todos las mismas características, vaya si incluso entre estado y estado las características físicas cambian, por ejemplo: en el norte las mujeres suelen ser más altas pero en los estados con costa pueden llegar a ser más caderonas; en pocas palabras siempre hay una diversidad enorme de cuerpos.
Lamentablemente siempre hay personas o programas que quieren hacernos creer que la belleza solamente es de determinada forma. Y como claro ejemplo de esto tenemos los afamados concursos de belleza, donde para poder participar te piden ciertas características como : medir más de 1.67, tener un determinado peso, ciertos rasgos físicos determinados, etc. Por lo que podemos concluir que aquellas que no cumplan con esos rasgos no son personas bellas ya que no entran dentro de los estereotipos establecidos, grave error.
Es verdad que todas alguna vez hemos querido parecernos a las personas que nos muestran en la televisión, en las revistas y en estos afamados concursos de belleza, pero realmente ni ellas son así ; muchas veces se recurre al Photoshop y a otros programas de edición para modificarlas físicamente y que queden acordes a lo que la sociedad espera, y si no me creen los invito a ver el video que se encuentra al final de este artículo.
La sociedad como tal siempre tiene un peso muy fuerte sobre aspectos físicos, pero si queremos romper este constructo primero tenemos que sacarlo de nuestra cabeza ¿Cómo podemos hacerlo? Primeramente aceptándonos tal y como somos, toda mujer es bella y tiene cualidades únicas que la hacen bonita tanto físicamente como interiormente y en segundo lugar dejar de criticarnos entre nosotras, lo cual siempre es lo más difícil ya que como poseemos ese concepto colectivo de cómo tiene que ser la belleza, inmediatamente vemos mal a alguien que se salga de ese prototipo. ¡Aguas!
Que como tal nadie es perfecto y como se mencionó anteriormente no venimos en moldes para tener las mismas características. La belleza no es universal.