El nutricionista dentro de su competencia, maneja prescripciones. ¿Qué significa la prescripción dietética? Fuera de mencionar un significado enciclopédico, vale la pena escuchar las palabras con las que cada lector asociaría a dicha frase. Por otro lado locuciones como «Vengo a ponerme en régimen» «Quiero bajar de peso». Sería las que personalmente he sido oyente durante mi experiencia. Estas expresiones no son más que el producto de los pensamientos que recorren la mente de muchos los pacientes, desde el momento que deciden asistir a su consulta nutricional convencional; sobretodo en el control de peso.
Es importante aclarar que en el campo de la nutrición (al igual que el de la medicina convencional), la cantidad de casos es directamente proporcional a su variedad. Esto hace que el manejo del tratamiento sea individualizado. Hay sujetos con peores pronósticos que otros, y es ahí cuando el nutricionista subraya con mayor fuerza (o no) la palabra prescripción.
Si bien la prescripción dietética constituye una solución para algunos, para otros pareciera que no. Esto dicho sin ánimos de subestimar el valor o funcionalidad de un plan de alimentación elaborado por un especialista. Todo lo proveniente de estudios es respetable. Pero la desesperada búsqueda de solución para el control de peso, hace cada día dudar de la eficacia de algún método, algunos basados en prescripciones, otros en bebidas, algunos en suplementos, llegándose hablar incluso de cirugías.
Lo anteriormente descrito se respalda claramente cuando se analiza la Nutrición Humana como parte del comportamiento de cada sujeto, más allá de ser ciencia o proceso; es decir cuando se estudia la alimentación individual.
Alimentarse es un acto que todos los seres vivos realizan para mantenerse vivos. Es decir si no ingerimos alimentos perecemos. Los alimentos varían en composición, es por ello que su consumo en la variedad "recomendada" por los especialistas, garantizaría el aporte de todos los nutrientes esenciales para la vida.
"El problema" (según la ciencia) radicaría cuando el humano, no consume las cantidades apropiadas de los alimentos y no opta por la variedad de los mismos. Es ahí cuando se observan patologías por déficit o por exceso. Esto sin contar con que existen enfermedades, en donde algunos alimentos son protagonistas en inhibir o exacerbar sus síntomas.
La Nutrición como Ciencia emplea bajo su conocimiento absoluto, un patrón. Un modelo a seguir, comprobado científicamente por supuesto. Es por ello que desde que el paciente habla sobre su conducta alimentaria se comienza a "criticar" y el profesional en su discurso repite frases como «No Debes comer» «Ese alimento es malo»... Algunos, menos agresivos mencionan «Evita comer esto» «Se sugiere»
Pero la alimentación, es algo propio de cada sujeto. Es una construcción que a lo largo de su vida realiza. Es su obra de arte. Su manera de Nutrirse. Es necesario en principio no subestimar la conducta alimentaria de cada sujeto, que desde que decide por asistir a una consulta nutricional se comienza a cuestionar.
Esa "obra de arte" individual, denominada alimentación sería como una escultura, en donde refleja en sus curvas, ángulos, colores y tamaño el estilo de vida del sujeto.
Reconociendo todos los logros de la Nutrición y Dietética como disciplina, mi proposición se resumiría en adaptar la misma, a cada estructura individual y no aplicar al sujeto al patrón que ofrece dicha disciplina.
Es decir, descubrir con cada paciente un método distinto en donde encuentre una respuesta en sus inquietudes en materia de nutrición. Inquietudes que son necesarias identificar desde la vista individual y no desde la mirada de la ciencia.