Realidad y palabra
El ser humano es un ser vacío, que está condenado a intentar "llenarse" eternamente. El ser humano nunca llenará su vacío... porque él mismo lo creó. Un vacío creado a través del lenguaje y que por medio del mismo pretende resolver. Por lo tanto, es un vacío inexistente.
Por ejemplo: La mujer no existe, el hombre menos. Existe la peculiaridad del humano de haber nombrado a dos seres que se diferencian por su "sexo" (¿?) mujer y hombre. Y es que detrás de esos significantes "mujer" y "hombre", se encuentran una serie de palabras y significados que no existen. Roles y símbolos, que tienen que ver con ropa, maquillaje, prendas, actitud, competencia, religión, machismo, feminismo (¿?), deseo y reproducción (...) ¡Cómo hay disfrute (o no) con esos significantes y significados!
El humano intenta en su lenguaje encontrar respuestas ante ciertas interrogantes creadas, para así responder dudas instauradas ante hechos elaborados. Algunos dicen haber hallado algunas "respuestas" con hechos "demostrables" ante ciertas interrogantes. Pero lo "demostrable" ante el lenguaje no es "demostrable" ante lo que no es lenguaje.
Es decir se asigna un nombre. Y detrás de ese nombre un significado. Ese significado va acompañado de ciertas sensaciones individuales denominadas por el colectivo como "emociones" (¿?) que acompañan (o no) a los hechos.
Esto es muy personal. Puesto que los significantes (y significados) llegan en orden (y maneras) particularmente distintas, lo que determina la personalidad y sufrimiento inexistente (pero personal) de cada sujeto.
Socialmente esto "puede" variar en función a la locación, la cultura, ideales, religión y otras cosas inexistentes (pero con nombre) que determinan un lenguaje social proyectado de generación en generación.
¿Qué tan factible pudiera ser la diferencia entre el hombre y la mujer si no se empleara el lenguaje? Nada con nombre existe. Lo que existe no lleva nombre, tampoco lo verídico.
Es la condena del ser humano. Nacimos y fuimos condenados a crear y a significar. La realidad no se describe con palabras...Hasta esto que escribo se vale del lenguaje, de lo imaginario, de lo inexistente.