De todo se aprende
Sabes que el universo se mueve a tu favor cuando caminando por las calles un completo extraño te comienza hablar de sus sueños, sus metas y justo cuando menos lo esperas te dice eso que te hace falta oír; no precisamente porque de antemano lo sepa, sino, porque de alguna forma pudo percibir que lo necesitabas? así de simple? así de complejo. Entonces internamente te sorprendes porque has dado con un ser humano que no se ha dejado consumir por la velocidad de la vida, porque has dado con alguien que aun tiene tiempo de mirar a través de los ojos y notar la necesidad de otro ser humano, que, mas allá de ser considerado un extraño te considera parte de sí mismo. Una completa maravilla.
La velocidad con la cual pretendemos sobrevivir día a día nos impide ver lo valioso de cada hora, cada día. Vivimos a tal velocidad que no disfrutamos los pequeños triunfos que poquito a poquito nos acercan a la gran victoria. Salimos y entramos de nuestras casas y pasan desapercibidos los que habitan en ella, nuestra familia. Entre la contaminación acústica que nos ha invadido a través de ciertos tipos de música, que con liricas desvirtúan la esencia genuina del ser humano (tanto hombre como mujer), promueven la falta de valores y el valor absurdo a las cosas materiales, las noticias sensacionalistas, el consumo masivo de nuestro tiempo que ha provocado la tecnología y el cruce de brazo que la mayoría mantiene nos está moviendo hacia una emboscada emocional que nos afecta en totalidad. Como seres humanos somos entes biopsicosocial; somos seres que necesitamos comunicación, conexión con nuestro entorno. Necesitamos mirar a los ojos y que nos miren, necesitamos abrazar y ser abrazados, necesitamos amar y ser amados. Es una regla natural del camino que llamamos vida: que tristemente se ha ido perdiendo.
Son pocos los que tienen noción de historia o de geografía nacional, por lo menos un mínimo de cultura general. Los temas de conversación son basados en la mayoría de los casos en trivialidades, como si la vida se tratara de sorprender a los demás. Desde el momento que dejamos de ser nosotros mismos y empezamos a querer actuar como los demás quisieran, haciendo a un lado nuestros valores y nuestras costumbres, en ese momento hemos dejado que otros tomen el control de nuestra vida y para nuestro infortunio empezamos a ser manipulados.
En todo esto he aprendido que no es la cantidad de personas que tengas, sino la calidad de los que te rodean. Es mejor unos pocos que te amen y te acepten tal cual eres permitiéndote ser tú mismo(a), que un grupo de personas que más allá de acercarte a tu esencia, te alejen de ella. Nutre tu alma, crece como persona y nunca olvides tus raíces.
Si dedicáramos un minuto de nuestro tiempo hablar con las personas de mayor edad, nos daremos cuenta de que las cosas que en este punto ellos valoran, realmente no son cosas; añoran y recuerdan con amor momentos, palabras, personas, aromas?
Si algunas de mis palabras, en alguna manera ayuda en tu vida, entonces, han cumplido su propósito.
¡Te deseo un hermoso día!.