Carta abierta al director del SPORT
Querido, Ernest Folch.
Le vuelvo a escribir después de no tener contestación sobre el artículo que escribí sobre el feminismo y el Barça femenino hace 160 días. Un artículo que tuvo muy buena acogida por el público, a pesar de estar escondido entre tetas y culos de mujeres en la web, y por el cual sacasteis tajada publicitaria en vuestro medio de comunicación.
Ya sabe que no comparto las ideas transmitidas en los diarios deportivos hegemónicos, a los cuales critico merecidamente en infinidad de ocasiones. Una hegemonía que perderéis porque tenéis cada vez menos credibilidad.
Sé perfectamente que el único camino que tenemos ante este panorama desolador es el de la construcción de un verdadero contrapoder que sobrepase a los medios de comunicación tradicionales.
Sin embargo, no creo que el combate se gane luchando como monjes dogmáticos y onanistas formando parte de una minoría heroica sino convenciendo a la inmensa mayoría. A veces mal pensamos que cuanta menos gente nos lee más razón llevamos. Yo quiero que mi mensaje lo escuchen no sólo los jóvenes estudiantes de periodismo (para ello me doctoro) también los que compran el Sport, los que ven El Chiringuito y el 60% de mujeres que cambia de canal cuando aparecen los deportes machistas en las noticias de TV. Si queremos un verdadero cambio necesitamos el acompañamiento del mayor número de personas. Y para ello hace falta persuadir con argumentos progresistas que luchen en todos los espacios del discurso, también en estos aparatos comunicativos.
Además dentro de los medios de comunicación tradicionales hay siempre honrosas excepciones que en su parcelita de dignidad hacen cosas magníficas. También debemos hacerles ver que deben dar un paso al frente y posicionarse en contra de la deriva que han tomado los medios en los que trabajan.
Es importante que nuestro mensaje no sea cooptado. No podemos acabar pareciéndonos a lo que criticamos. Lo primero que hice al ver el espacio que tenía en la web mi artículo y el culo de una tal Miley Cyrus fue decirlo públicamente.
Usted mismo como director del diario, me dijo que necesitaban fiscalización y una crítica fuerte y que no me cortara un pelo. Para escribir en el Sport no me pidió que cambiara, me dio libertad. Y se lo agradecí.
Como bien sabe, tengo que lidiar con muchas críticas y cabalgar muchas contradicciones en este mundillo endogámico, machista y reaccionario. Una de ellas fue la de escribir en el Sport. Básicamente porque creo que se puede cambiar con otro periodismo si tienen la suficiente valentía los que dirigen los medios. Confiaba en que usted podría ser una buena punta de lanza. Creo que me equivoqué.
Le vuelvo a escribir para decirle que todavía no he cobrado el artículo que escribí. No es que lo que me interese sea el dinero. No hago periodismo por eso, pero supongo que comprenderá que un joven doctorando que se atreve a enfrentarse con los que mandan en los medios no tolera que le tomen el pelo. Por eso hago pública esta carta. Para que todos sepan que en Sport no han tenido tiempo de pagarme mientras se inventaban fichajes durante todo el verano.
Un abrazo.