Dejarse llevar por el porno, sin cuestionamientos, es lo que lo que la industria para adultos nos ofrece: un dulce olvido incluso del pensamiento mismo. Reflexionar el porno no es algo que estemos acostumbrados a hacer, claro que se cae primero en la excitación que en la reflexión.
En el porno, las feministas condenan la objetivación de la mujer y aunque éste no ha sido un argumento lo suficientemente poderoso para alejar a las mujeres del porno, si es de reconocer que al menos yo como mujer, frente al porno, sentía que siempre había algo que nunca me terminaba de cuadrar, algo faltaba, algo estaba mal, hasta que vi el porno Erika Lust.
En 2004 Erika Lust estrenó su primera película independiente para adultos "The Good Girl" iniciando la revolución del porno, en pocos días la película ya había tenido millones de descargas y la atención de la prensa a nivel mundial. ¿Pero por qué tanto alboroto por una película porno en una industria tan saturada? y es que Erika Lust había comprendido algo muy bien:
¡Necesitamos mujeres en el porno! pero detrás de cámaras.
"Eso" que nunca me cuadraba era que como la industria del porno estaba siendo monopolizada por la percepción masculina del sexo, el discurso del porno era contado desde las fantasías y urgencias masculinas más primitivas, y en ese porno, aunque la mujer es la actriz principal, la historia no le pertenece y no tiene nada que ver con su percepción del sexo real.
"Yo no quiero sacar a las mujeres del porno, yo quiero ¡meter a las mujeres en el porno!" nos dice Erika Lust, pero en el rol de productoras, directoras, guionistas... Para que las mujeres nos relaten cómo se perciben así mismas y lo que realmente quieren del sexo. Que sean co-creadoras del discurso pornográfico, para dar a entender y empoderar su sexualidad. Y hacer una revolución del porno.
Que el sexo se mantenga sucio, pero los valores deben mantenerse limpios
En internet una de cada cuatro búsquedas está relacionada con el porno, en un mundo en el que los niños y adolescentes aprenden más del sexo a través de internet que de cualquier otra fuente, es necesario que las perspectivas se igualen en la industria pornográfica, porque si el porno continúa dictando la pauta de que el sexo y sobre todo la mujer en el sexo, son exclusivamente esas representaciones masculinas que se sienten falsas para las mujeres, queramos o no, serán esas historias y representaciones las influirán en la apreciación del acto sexual, en el cómo se deberían abordar las mujeres, e incluso en la percepción de lo que esperan las mujeres del sexo.
"Que el sexo se mantenga sucio, pero los valores deben mantenerse limpios".
Finalmente un porno con representaciones más reales acerca de la sexualidad de la mujer, que iguale su rol y su poder en el sexo, es un paso necesario para liberar la sexualidad femenina y crear un nuevo discurso pornográfico, que influencie a las personas para respetar y valorarse así mismas a través de su sexualidad, así como entender críticamente y discriminar las representaciones erróneas que de ella se vendan en la industria pornográfica.