Salón de la Vida
-¿Y si la VIDA se tratará de una especie de imagen como una ESCULTURA?-
Aquella escultura estaría suspendida en el espacio junto al tiempo y la dinámica de nuestro ser, seriamos tanto como una especie de melifluo tan excesivo al marcar el martillo en ese mármol tan esplendido que quedaría inefablemente abstracto.
El maestro de la obra sería la mismísima "VIDA" ya que a través de cada fracción que va tallando sería cada enseñanza por la que los seres humanos pasamos día a día pero a la final no es algo al margen de la perfección ya que cada vez con nuestras mismas imperfecciones estamos cada vez más lejos de llegar a ser perfectos.
Alrededor se pueden observar cómo se va repartiendo el mismo trabajo a otros escultores pero al final de cuentas con la misma intención de terminar nuestras llamadas "Experiencias". Cada quien es dueño de su propio vivir tanto así que nos dan el hecho de una oportunidad para disfrutar de este esplendido regalo llamado" Existencia" pero no todos pueden llegar a lo que somos hoy porque así pasa con los que no pudieron lograrlo y simplemente se vuelven como el desecho o parte del alma del otro.
Cada escultura es dueña de los hallazgos que su mismo escultor va realizando y otros logran llegar a una especie de Serendipia tan intermitente como el hecho de que otros solo están para verlos y envidiar el deseo de llegar hacer lo mismo.
¿Acaso las esculturas no pueden sentir amor por otras? Pues claro que sí, tanto así que se dan lo que llamamos sentimientos y emociones a través del tiempo. Pueden interactuar en el salón, en momentos de descanso e intercambiar argumentos unos con otros de tal manera que se va creando lo que llamamos "Amistad y Fraternidad". Hasta podrían tener descendientes y de ahí vendría "La Familia".
Si tan solo tuviera un sueño como este nuestra misma sociedad estaría llena de esculturas y sus debidos escultores. Pero el hecho de ser diferente y distinta la manera de pensar sería hasta algo irreal decir que soy una y que aun no está completa mi propia obra sino hasta el día de mi muerte que podre estar en aquel salón de belleza como una especie de Bonhomía que me regala la llamada "VIDA".