Pareja argentina "enloquece" y gana el Mundial de tango
Pareja argentina gana el Mundial de Tango 2016 en la categoría escenario
En el mismo escenario en el que hace casi 50 años Astor Piazzolla embrujó a los puristas del tango con su "Balada para un loco", los bailarines argentinos Hugo Mastrolorenzo y Agustina Vignau también rompieron con la cátedra para consagrarse campeones del Mundial de Tango 2016.
La pareja desplegó una coreografía arriesgada, que incluyó un globo rojo metido en una pequeña jaula de pájaros, acompañada por la voz inconfundible de Roberto Goyeneche, en una de las versiones del clásico tema compuesto por Piazzolla junto al poeta uruguayo-argentino Horacio Ferrer a fines de la década de 1960 y que refiere a un loco que busca seducir a una mujer en Buenos Aires.
Aunque el jurado del Mundial ha sido poco proclive a premiar parejas que rompen con los parámetros clásicos del género en anteriores ediciones, Mastrolorenzo y Vignau recibieron una calificación de 9.700 puntos, con una amplia diferencia sobre los subcampeones Emmanuel Casal y Yanina Muzka, también de Argentina, en la final el miércoles en la categoría escenario realizada en el estadio Luna Park de la capital argentina.
En ese mismo lugar, Piazzolla estrenó oficialmente "Balada para un loco" en 1969 durante un festival iberoamericano de la canción. Pasado el estupor de los guardianes de la tradición tanguera, la canción se convirtió años después en una de las más populares de la música argentina.
"Desde que empezó hasta ahora ha cambiado muchísimo la visión de la gente súper tradicionales que ahora están abiertos a otras propuestas. Nos sorprende, realmente nos sorprende", dijo Vignau a periodistas. Junto a Mastrolorenzo habían sido subcampeones en 2014.
La pareja vencedora, que se impuso sobre otras 19 de distintos países, impactó con su salida al escenario. Mastrolorenzo con el pelo largo y teñido de rubio, sin el clásico peinado con gomina, y vestido con un traje gris salpicado con talco para simular suciedad y una jaula en la mano con un globo rojo en su interior.
"Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese qué sé yo, ¿viste?", dice la canción en su introducción que le dio el pie a la pareja para iniciar su coreografía de ochos, giros, voleos y ganchos, combinados con saltos acrobáticos y juegos con la jaula.
Con la frase final, "quereme así, piantao, piantao, piantao (término que refiere a estar loco) ... Abrite los amores que vamos a intentar la mágica locura total de revivir", Mastrolorenzo abrió la jaula y dejó escapar el globo rojo, como metáfora de dejarse llevar por la locura.
Ovacionados de pie por el público, los campeones se llevaron 4.000 dólares, pasajes a Tokio y un contrato para actuar durante dos meses en distintos escenarios de Japón.