Se reanuda juicio poliítico contra Dilma Rousseff
Mientras se van silenciando los ecos de los magníficos Juegos Olímpicos organizados por Río de Janeiro, dejándonos con un gusto agridulce a nostalgia y futuro, el mundo vuelve a concentrar su atención en los temas de siempre: política, economía y sociedad.
En Brasil, esto significa que se reanuda el juicio político que hace ya meses se le inició a la Presidenta (actualmente suspendida de sus funciones) Dilma Rousseff, y que podría concluir con su destitución definitiva del cargo para el que fue reelecta en octubre del 2014.
¿De qué se trata?
El "impeachment" es un largo proceso político -más que judicial- que se inicia con la acusación por parte de los Diputados contra el Presidente en ejercicio, para luego pasar al Senado, quien primero resuelve si el recurso es admisible o no. En caso de resolverlo favorablemente, se suspende el ejercicio de la Presidencia por un plazo de hasta 180 días, durante el cual las partes preparan sus alegatos, esperando la realización del juicio político propiamente dicho, en el cual se resuelve por la absolución o condena del acusado.
Se precisa que 2/3 de los senadores (54 de 81) voten favorablemente la condena para la destitución.
¿De qué se la acusa?
De un crimen de responsabilidad: haber maquillado el déficit presupuestario, "jopeando" ciertas normas y buenas prácticas fiscales y contables. No se trata de corrupción, -al menos no en el sentido más duro de ese concepto- ni de enriquecimiento ilícito, como ocurrió en el caso del ex Presidente Fernando Collor de Mello.
O de otra forma: es una maniobra contable por la que podrían llegar a ser enjuiciados más de 3/4 partes de los mandatarios del mundo, dada que es una práctica habitual en todo el mundo. Solo en Brasil ha generado el argumento para enjuiciar políticamente a la Presidenta. Y es que el fondo de la acusación es mucho más político que jurídico.
¿Qué es lo que se viene?
A partir del próximo jueves 25 de agosto comienza la etapa final del proceso contra Dilma. Se espera que la votación final se dé, luego de todos los alegatos a favor y en contra, entre el 30 y el 31 de agosto. Ya fue anunciado que Dilma en persona irá al Senado a realizar su defensa el lunes 29.
Dada la correlación de fuerzas en el Senado, y por más que Dilma se esmera en dar una imagen de confianza y tranquilidad, lo que se espera es que la mayoría de los senadores voten por apartarla definitivamente del cargo. En la anterior ocasión 59 senadores votaron por habilitar el proceso de juicio político.
De afuera, solo nos queda asistir como espectadores a esta tragicomedia brasileña, digna de la mejor O'Globo, y ver como el resultado -sea cual sea- repercute, en la región y el mundo.