La meta del tiempo
Si me pidieran elegir un futuro cercano escogería el de estar graduada y trabajando. Sí, es el sueño de todo joven adulto, pero quienes estudian y se esfuerzan suelen perderlo.
El desgaste, la autonomía, la responsabilidad son terrenos que empezamos a acercarnos solos. Al menos ese fue mi caso y de mis amigos. Acostumbrados a la motivación y exigencia del otro, creíamos que la universidad/facultad/terciaria sería prácticamente lo mismo.
Pero nos dieron bruscamente un nuevo papel sin libreto, tenían una expectativa que no llegamos a entender. El que decidió trabajar, vive notando la injusticia y competencia del mercado, deseando tener la oportunidad de en algún momento comenzar la carrera. El que entró a estudiar inmediatamente se tropezó con violencia en un mundo que esperaba recibirnos independientes.
Y yo me pregunto: ¿por qué las transiciones de una etapa a la otra son tan dolorosas?
No me voy a lo biológico, no a las particularidades, sé que la mujer "crece" en un momento preciso, que el hombre cuando acepta su masculinidad, y que cada persona es un mundo. Mi punto es sobre esos diez segundos en los que aceptamos que ya no somos bebés, en el que nos damos cuenta que no somos nenes, en que nos molesta no ser adolescente, en que la adultos se vuelve deseada, y la vejez ya no perdona.
No importa cuanto nos repitan "ya sos grande", "compórtate como un adulto", el velo cae en una circunstancia, como una revelación. Entonces, ¿perder la meta de terminar la carrera y trabajar no es negar el paso inexorable del tiempo?
Obviamente que desde el inconsciente se pretende burlar al tiempo, y obligarlo a admitir que no somos adultos.
Se supone que hay que ganar tiempo, vamos a las corridas, se pretende no perderlo, exprimirlo al máximo. ¿Pero quién pone esos límites? ¿Uno o los mismo que nos empujaban a ser independientes de un día para el otro?¿Estamos exentos de culpa? Tal vez la carrera que te gustaba termina no siendo para vos, el trabajo una necesidad que te frenaba, en ese año sabático se descompuso todo, tener que recursar por no alinearse al sistema institucional.
¿Es una pérdida de tiempo? Absolutamente no, si aprendimos, nos aventuramos y exploramos diferentes terrenos, el tiempo no se perdió. No perdes el tiempo mientras te tenes a vos mismo, no hay caída en la que no nos levantemos reforzados. No la vida no es lineal, no hay fracaso si no seguís los pasos exactos que tenias pensados, la vida se desplaza caprichosa y correcta, ciega o torpe, locuaz o muda.
No temas dejar de lado una meta por otra que te satisfaga más, arriésgate. Mejor empezar lo que te gusta y errar, que vivir con el rencor.