Cuando la inocencia se pierde: Rese?a de El dios de las peque?as cosas
En aquellos primeros años amorfos en los que la memoria apenas se había iniciado, en los que la vida estaba llena de comienzos y no tenía finales, y todo era para siempre, Esthappen y Rahel pensaban en sí mismos, juntos, como Yo, y por separado, individualmente, como Nosotros... No son viejos. Ni jóvenes. Pero tienen ya una edad en que la muerte es un hecho posible.
Pág.4-5
Así inicia la primera y única novela, ganadora del premio Booker, de la activista en pro de los derechos humanos, Roy Arundhati. En ella se nos narra la historia de tres generaciones de una familia que vive en el estado de Kerala, India. Esta transcurre, centrándose en la niñez (1969) y etapa adulta (1993) de los gemelos Estha y Rahel, en la muerte de su prima mayor Sophi Mol y en los amores prohibidos de su madre, Ammu, y Velutha (un intocable).
El narrador que se utilizó en la novela es en tercera persona. En lenguaje, la autora empleó varios términos provenientes del malayalam que se dedicó a alternar con el español, formando un buen conjuntó y dotando de un toque diferente a la historia. A pesar de estas características, el ritmo narrativo se mantiene y la historia fluye de perfecta forma, evitando que el lector se atore con descripciones demasiado detalladas o con diálogos difíciles de comprender.
La obra se divide en capítulos, que, por no llevar un orden cronológico en la trama pueden llegar a confundir a los interesados, pero solo al principio. Conforme se develan las situaciones, se comprende a que parte de la historia pertenece ese fragmento que estamos leyendo.
En "El dios de las pequeñas cosas", Roy nos muestra el dolor en su estado más puro, planteándonos personajes que poseen más defectos que virtudes (como en el caso de Bebe Kochamma), y que hacen lo posible por obtener un beneficio, sin importar el sufrimiento que puedan causar a sus allegados. Ellos nos adentran en un mundo donde las ilusiones y los sueños valen menos que nada, el amor es pisoteado por los estándares de la época y la inocencia es reemplazada por venganza y resentimiento hacia quienes los rodean. Todo esto, provocando un daño irreparable en las vidas de dos almas que solo nacen para sufrir y ver sufrir a quienes aman.
Además de la condición humana, otro de los temas más fuertes y notorios en la novela es el choque de las dos culturas (India e Inglaterra), que se da por la llegada de Sophi Mol y su madre a la India. Trayendo consigo una ideología, creencias y costumbres que son bien representadas por ambas, y que mueren de la forma más intensa cuando la pequeña se ahoga, dando fin, tanto de forma simbólica como literal, a la convivencia que se había producido en las dos.
De igual forma, la carga erótica dentro de la obra, se ve relegada a los últimos capítulos, aunque no por ello pierde su peso en la trama. Las descripciones tan detalladas te llevan de un modo casi onírico a la culminación del acto (en el caso de Ammu y Velutha), sin embargo, en los otros sucesos de esta índole se deja de lado el factor romántico, reduciendo todo a una relación meramente carnal o a un encuentro incestuoso que claramente no tiene futuro.
En mi opinión, esta novela es una de las mejores que he leído.
Su trama apresa al lector desde el principio, dejándolo con ganas de más mientras esta va trascurriendo. El manejo de la historia es dinámico, y cada salto en el tiempo les da a los lectores la oportunidad de refrescarse y armar la historia en su mente. En el caso de la voz narrativa, creo que fue una buena elección usar la tercera persona, sobre todo porque hay ciertos datos que, sin ese tipo de visión no se habrían conocido o solo hubiéramos descubierto un poco de ellos.
Los personajes son complejos pero no difíciles de comprender, lo que hace que uno se vea reflejado en algunas de sus acciones. Tanto sus problemas como las vivencias que han ido acumulando son creíbles, lo que le da personalidad a cada uno de ellos y hace que el lector sienta que está tratando con gente de carne y hueso. En este punto, me gustaría mencionar a, los que pienso, son los cuatro personajes que llevan la historia a buen puerto.
En primer lugar esta Chacko, el hermano de Ammu y padre de Sophi Mol. Me llama la atención las actitudes que toma el hombre y lo que ocurre con él cuando la niña muere, porque, para quienes ya han leído la historia es claro que el sujeto porta una tremenda carga de culpa sobre su espalda, y que aunque lo oculta, culpa a sus sobrinos por lo que ocurrió con su hija. Desde mi punto de vista, el es la perfecta muestra del "personaje tipo pivote", sobre todo porque tiene cierta relación con la mayor parte de los personajes y, en algunos casos, llegan a darse situaciones de importancia a causa de sus acciones y palabras.
El segundo es Bebe Kochamma. La cruel tía que representa bien su papel como "catalizador" dentro de la trama. Esta mujer ha sufrido varias situaciones vergonzosas además de una gran decepción amorosa, lo que provoca su carácter avinagrado y lo malos tratos que tiene hacia sus sobrinos. Es claro que a la mujer la mueve la ambición, pero por lo que vale la pena mencionarla es por el hecho de que no se tienta el corazón para lastimar a su propia familia, arruinándole la vida a más de uno y causando una ruptura imposible de sanar.
Por último están Estha y Rahel. Los cuates que terminan recogiendo los frutos de aquella relación dañina que han estado viviendo, junto a su familia. Ellos son la firme prueba de que el destino puede ser despiadado para cualquiera, y que las personas más cercanas no siempre te protegen y ayudan. A pesar de ello, me gustaría poner en evidencia un punto que, cuando estaba leyendo llamó mi atención.
¿Por qué Estha no le dijo a nadie lo que le ocurrió con el señor de la naranjada? ¿Vergüenza? ¿Miedo?
Sea cual sea su motivo, esa es una de las incógnitas que hacen que el libro sea una joya digna de apreciar.
Arundhati, Roy, El dios de las pequeñas cosas, Editorial Anagrama, España, 2008.