Padres solteros y de adolescentes
Es una cuestión bastante complicada, ya que simplemente al encontrarse solo/a al cargo de los hijos (hago hincapié al decir que alguno de los padres han desaparecido y no tienen ningún contacto con el hijo), es algo complicado, ya que a veces a los hijos les afecta más el divorcio que a otros, y más aun siendo adolecentes, o vivir esta esta etapa de su vida sin la presencia de alguno de ellos.
Muchas veces nosotros como padres, llegamos a ser un poco intolerantes, ya que no tomamos en cuenta que los tiempos han cambiado, y que a lo mejor lo que le funcionaba a nuestros padres (como la chancla justiciera, y la miradita de al ratito nos comemos un pollito), ahora ya son métodos, que ya no funcionan todo lo contrario, nuestros hijos se nos quedan viendo con cara de que te pasa o te ignoran.
Todos nos sentimos identificados con estas frases que más de una vez las hemos dicho, "No me escucha", "No me hace caso" y "no le entiendo", y pensar en las frases en las que ellos se refieren a nosotros, sería una lista interminable, y todo ocurre porque no tenemos una buena comunicación con ellos, ya que queremos imponer, dicen los psicólogos que ese es nuestro segundo error imponer en vez de negociar, el primero sería la comunicación.
Vemos a nuestros adolescentes como seres de otro planeta, sin tomar en cuenta que ellos están pasando por una etapa de niño a adulto, aparte de los cambios físicos y de humor que presentan, y lo peor del caso es que a nosotros se nos olvida las locuras que realizamos cuando pasamos esta etapa, que obvio nuestros padres tenían otros medios para darte tu estate quieto, pero los tiempos han cambiado, y esos métodos ya no funcionan con nuestros hijos.
La experta en adolecentes Victoria Toro nos dice que hay 5 claves para tener una buena comunicación con mi hijo adolecente.
- Escucha a tu hijo. Algunos padres se quejan de que sus hijos no escuchan. Para saber qué es lo que está pasando lo primero que deberían hacer es preguntarse si a su vez ellos están escuchando a sus hijos. Escuchar lo que piensan ayudará mucho a los padres a saber cómo son sus hijos, si pasan por un momento bueno o malo, si necesitan más apoyo emocional o cualquier otro tipo de ayuda. Escucharlos sirve para entenderlos y entenderlos es fundamental para que la comunicación entre ambos sea clara.
- Haz lo que digo no lo que hago, no sirve. Si nos empeñamos en que los hijos hagan lo contrario de lo que nosotros hacemos estamos enviándoles mensajes contradictorios. Ser un ejemplo para ellos facilita mucho las cosas.
- Charlar con frecuencia con ellos. Pasar tiempo con los hijos adolescentes es también muy necesario para que la comunicación con ellos mejore. Dedicarles tiempo y hablar con ellos aunque sea de cosas sin importancia: deportes, moda, películas o cualquier cosa banal sirve para reforzar los lazos y genera confianza mutua.
- Escoger bien las batallas. Una máxima en la relación con los adolescentes, y en general en la vida, podría ser que es imposible conseguir todo lo que se quiere. Por eso es importante seleccionar muy bien lo que queremos de nuestros hijos adolescentes. Elegir cuidadosamente aquellas batallas que queremos librar con ellos. Si estamos continuamente corrigiéndolos o exigiéndoles cambios en su actitud, no vamos a conseguir nada. Sin embargo si focalizamos en cosas realmente importantes es mucho más seguro que podremos lograr victorias. Por ejemplo, puede que su forma de vestir no nos guste pero seguro que es más importante que sea disciplinado. Dejemos entonces que vista como quiera pero centrémonos en que aprenda disciplina.
- Escribe lo que quieres. Cuando llega el momento de tener conversaciones importantes con los adolescentes es imprescindible que los padres tengan muy claro qué es lo que quieren conseguir con esa conversación y cuáles son sus argumentos para defenderlo. Para reforzar las ideas muchas veces es muy útil escribirlo antes, eso sirve para ordenar mejor lo que se va a discutir. Incluso a veces es bueno que cuando les pedimos algo concreto a los hijos adolescentes, se lo demos por escrito, así también ellos lo pueden recordar cuando lo necesiten.
También nos comenta que hay que mantener la calma (hay que contar hasta 10, en mi caso hasta 1000) por el bien de ellos y de nosotros mismos, recuerden el que se enoja y desespera pierde, así que todos tranquilos, que esta etapa (14-16) solo dura unos cuantos años.