Diario de un camarero artista
Me duele la espalda, tengo sueño otra vez, nos han confiscado a este lugar, no sé si estamos encerrados o somos libres? muero de sueño. Hay que atender la mesa cinco. Nunca equivocarse en las comandas, las comandas deben ser precisas, a veces las bandejas pesan, todas las bandejas pesan, el cuerpo se desequilibra, trabajamos en la noche? mientras todos duermen, mientras alguien se divierte, tenemos un gato nuevo a quien llamamos Azúcar porque Bizcocho el siamés que casaba ratas como ninguno no los han robado, era un gran gato cazador, jamás se le escapaba una rata? era un gran gato?¿dónde estará?
Soy dramaturgo, soy profesional del arte, de la cultura?"de los oficios inútiles", este bar está lleno como todos los bares de gente de la cultura, bailarines, un ceramista, un fotógrafo, un antropólogo, y Mario el tipo que lava los platos que representa la sabiduría popular.
Enfrentamos todos los días a la noche, cada vez yo pienso menos, el cerebro se me encuentra sedado, creo que es parte del sistema ,los oficios inútiles trabajan en el bar, sé de una amiga que vive en Bilbao que en un restaurant trabaja con dos artistas plásticos y un cineasta, todos sin excepción nos convencemos así mismo que es pasajero hasta que llegue la gran oportunidad, ¿la gran oportunidad? Los días pasan hasta que empiezas a convencerte que nunca existirá la gran oportunidad, entonces: no hay sueño.
Hay que levantar las mesas con cuidado, justo después que la gente termina de comer los residuos le dan asco?un profundo asco, el cadáver en la mesa no es tolerable después que se le quita el camuflaje de la cocina, si les dejas los platos mucho tiempo no tendrás propina, y con las propinas es que se vive realmente la vida, porque el sueldo es para pagar el alquiler, la luz, el agua y el celular. Si por casualidad usted debe vivir de mesero por favor levante los platos siempre, trate de estar atento, es primordial que no se queden en la mesa.
Hay que tener cuidado con los vegetarianos, con su afán ecologista siempre me ponen en aprietos, entiendo que quieran salvar a miles de especie del fantasma del consumismo pero me cuesta entender la humillación al camarero por culpa de sus fetiches, yo realmente odio a los vegetarianos, ni hablar de los veganos, de todas formas hay que ser millonario para dejar de comer carne, esos restaurantes son los más caros y la comidas un asco?"hasta salvar al mundo y los animales indefensos es un negocio en gastronomía".
Debo detener la primera parte de este diario, ya estoy convencido que esto que escribo no es una obra de teatro, es un diario. Debo ir por un café para mantenerme despierto de aquí hasta que termine la noche. Ya mi día terminó y solo dormí... tan profundamente que hasta a veces me miento diciendo que dormir es la única manera que tengo para vencer el capitalismo.