Carta a la Homofobia: Soy lesbiana pese a quien le pese
Cuando nacemos no elegimos a nuestra familia, no elegimos ser zurdos o diestros, no elegimos ser gay o heterosexual, así de simple.
Yo no elegí ser lesbiana, el simple hecho de pensar "me gustan las mujeres" me hacía sentir incómoda, y con el famoso "no me va a pasar a mí", fue cuando sucedió...
Muchos piensan que el ser gay o lesbiana es fácil, pero nada más lejos de la realidad. Hay insultos, golpes, desprecios y menosprecios.
Cuando me di cuenta de que me gustaban las mujeres mis "amigos" me dejaron de hablar, decían que no era normal, ellos no sabían que lloraba todas las noches añorando que no fuese así, que se me quitará lo que "tenía", e incluso llegué a pensar en situaciones alternas al dolor, pero poco a poco fui saliendo adelante, gracias a verdaderos amigos.
He recibido mensajes de odio, groserías, me han lanzado objetos, y el vivir en un pueblo me hace estar en el mismo infierno. En estos tiempos de apertura y tolerancia, sigo escuchando frases como "la lesbiana de la librería" o "no le hables a ella que te va a contagiar", ¡no es una enfermedad!
Casos recientes de crímenes homofóbicos como el de Orlando, Florida (EE.UU.) o la impunidad que se vive en Veracruz (México) por homicidios sin resolver a causa de la intolerancia me hacen pensar, ¿en verdad somos humanos?, ¿porqué tanto odio al amor?, ¡el amor se da! ya sea en forma de hombre o mujer.
La violencia alcanza a cualquiera, hombres, mujeres, niños o ancianos, gay o lesbiana, sin ninguna justificación, y hoy en día las redes sociales son un caldo de cultivo para promover el odio hacia los homosexuales. Hasta la misma iglesia católica condena actos que no son "aplaudibles" por la biblia. En otros países mutilan, matan por ser "diferente".
El amor no diferencia, no cataloga, no enjuicia. Cuando te enamoras lo haces de la persona, no del género. Tenemos que acabar con esto, tenemos que luchar por nuestros derechos. Me duele México, me duele el saber que estoy creciendo en un planeta lleno de odio, lleno de miedo. No se dejen intimidar, no dejen de luchar por aquello que anhelamos, algo tan básico como aspirar a tener los mismos derechos que cualquier persona.
Soy lesbiana a mucha honra, pese a quien le pese, me odie quien me odie, no me van a callar, no tengo miedo, yo voy a luchar por lo que quiera.